LAREDO 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), Javier Aranceta, ha asegurado este lunes que las 'dietas milagro', como el popular "régimen Dukan", "no tienen nada que ver con la ciencia de la alimentación", sino que son "simplemente restricciones que lo que persiguen es bajar peso en poco tiempo" y que "generalmente lo único que consiguen adelgazar es el bolsillo y crear una mala situación nutricional".
Así lo ha declarado Aranceta a los medios de comunicación minutos antes de la inauguración del curso 'Avances en nutrición y salud pública' que dirige desde este lunes y hasta el próximo miércoles en la sede de Laredo, y que está patrocinado por Coca Cola Company y la SENC, además del Ayuntamiento de Laredo.
Aranceta, que también es profesor de Nutrición Comunitaria en la Universidad de Navarra, afirmó que ese tipo de dietas milagro funcionan los primeros días, "pero luego son insostenibles", ya que aunque se puedan perder unos cuantos kilos en un momento puntual, luego existe un "efecto rebote" debido a que los mecanismos de gasto del organismo van disminuyendo cuando se le restringe la comida, pero "luego cuando vuelves a la normalidad" y abandonas el régimen, "estos mecanismos están a la baja" y "entonces engordas".
La máxima autoridad del Comité Científico del SENC aseguró asimismo que los suplementos alimentarios, principalmente de carácter proteínico o vitamínico, "no son necesarios", ya que "en condiciones normales, en la dieta podemos obtener el 100% de lo que precisamos", aunque admitió que hay "casos puntuales" en personas con determinadas enfermedades o con condiciones fisiológicas especiales -como deportistas de élite- en los que se requieren "reajustes".
Por otro lado, Aranceta también hizo referencia a la creciente preocupación que existe entre la ciudadanía por los aditivos y los conservantes. En este sentido, el especialista en nutrición aseveró que "la gente puede estar tranquila" ya que "cuando se aprueban es porque hay evidencia de que no producen ningún trastorno", si bien reconoció que "en la alimentación hay cientos de sustancias donde los aditivos también se incorporan, y no sabemos si todo eso en algunas situaciones o para algunas personas podrá ser más o menos favorable".
En cualquier caso, el profesor opinó que "si valoramos el coste-beneficio" de estas sustancias, resultará que son "necesarias" e incluso "imprescindibles" porque sin ellas "el alimento se deterioraría antes, tendría peor aspecto, etc."
ALIMENTACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS
El presidente del Comité Científico del SENC manifestó que la crisis económica ha provocado unos cambios "relativamente importantes" en los hábitos alimenticios de la población, y ha hecho hincapié en las diferentes maneras de afrontarlos según el "nivel cultural y socioeconómico" de cada uno, ya que, a su juicio, "quien tiene mejor capacitación intelectual" sabe que puede dirigirse "hacia platos más baratos que son más saludables", como cocidos, legumbres, platos de cuchara, etc., mientras que la gente con "menor nivel educativo" consume alimentos más económicos, pero también "más saciantes", y por ello con alto contenido "en grasas y azúcares".
Aranceta afirmó en la sede de Cursos de Verano UC en Laredo, la cual coordina Sergio Sanfilippo, que el descenso del nivel de ingresos de la población ha provocado el aumento del consumo de "productos de precio más ajustado", como patatas, farináceos, harinas, pollo o alimentos congelados, al mismo tiempo que ha disminuido el de verduras, frutas o aceite de oliva.
Según el experto, estos hábitos se acentúan a la hora de elegir restaurante, ya que "hay que tener en cuenta que es más barato comer en un fast food que elegir el menú del día, o incluso medio menú, en cualquier sitio", un sistema que favorece "que la persona este saciada en poco tiempo, pero que no tiene nada que ver con lo que llamamos el plato único, que serían unas lentejas con arroz y un poco de bacalao, y que es más nutritivo, más asequible y más saludable."
El especialista en nutrición aseguró que la crisis económica también ha traído consigo una mayor popularización de las marcas blancas, que ya conforman un 38% de la cesta de la compra. Tal y como explicó Aranceta, este tipo de productos "son más baratos" y aunque no en todos los casos tienen la misma calidad que los de firmas reconocidas, "a veces sí", por lo que "alguien puede comer igual de bien o incluso mejor simplemente planificando un poco la compra". En este sentido, el experto también recomendó "aprender a hacer una cocina más estructurada", conociendo lo que ya se tiene en la despensa, no tirando las sobras o aprovechando productos.
Este exceso de alimentos "que llenan rápido" propiciará, a la larga, la obesidad, el sobrepeso y el aumento de lípidos y de colesterol, un círculo que se cierra, según Aranceta, "con el incremento de enfermedades cardiovasculares".