Cultura modifica el entorno de protección de la iglesia rupestre de San Juan, en Socueva

EUROPA PRESS

SANTANDER 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de Cultura del Gobierno de Cantabria ha incoado un expediente para la modificación del entorno de protección de la iglesia rupestre de San Juan, en Socueva, término municipal de Arredondo, declarada Bien de Interés Cultural.

Según señala el acuerdo, consultado por Europa Press, con ello se pretende asegurar de modo más eficaz la protección de este bien, manteniendo el "marcado carácter agreste y natural" del entorno.

La Iglesia rupestre de San Juan, situada en la localidad de Socueva (Arredondo), fue declarada monumento histórico-artístico de carácter nacional, mediante Decreto del Consejo de Gobierno de Cantabria de marzo del año 1985.

Un mes más tarde, y a través de otro decreto, se delimitó el entorno de protección del templo, para adecuar la declaración a las prescripciones impuestas por la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria.

Ahora, revisado el entorno de protección con la información cartográfica digital actualizada, que permite una cuantificación más precisa del bien y del entorno protegido, Cultura considera que procede hacer una modificación para asegurar de modo más eficaz la protección de la Iglesia rupestre de San Juan.

Así, visto el acuerdo de la Comisión Técnica de Patrimonio Edificado que, por unanimidad, ha informado favorablemente la modificación del entorno de protección, y vista la propuesta de la Jefa de Servicio de Patrimonio Cultural en el mismo sentido, la Dirección General de Cultura ha decidido incoar el expediente para la modificación del entorno de protección, para adecuarlo a la situación actual.

El entorno de la Iglesia rupestre de San Juan está formado por una serie de fincas rústicas del Polígono 8 de Arredondo en la zona conocida como la Lomba. Se reduce en el noreste hasta adaptarlo a la linde actual, y en direcciones oeste y suroeste se expande hasta el farallón rocoso, desciende hasta el aparcamiento en construcción y sigue por lindes de fincas hasta recuperar el camino anteriormente protegido.

Según consta en el acuerdo, se pretende mantener el marcado carácter agreste y natural del entorno y las visuales que se producen desde las sendas de acceso al sitio, adaptando la protección a la situación actual del entorno.