LAREDO 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Laredo acogerá el próximo 26 de febrero distintos actos para conmemorar el bicentenario de la Toma del Fuerte del Rastrillar, en las postrimerías de la Guerra de la Independencia, que se saldó con la muerte del joven brigadier Diego del Barco y de la Zendeja. En honor de este héroe coruñés, fallecido al mando de las tropas que culminaron el asalto en 1814, se inaugurará una estatua en bronce que quedará ubicada en la plaza del Centro Social.
También se presentará un libro con su biografía, se organizarán conferencias e incluso habrá una visita guiada al escenario de una de las batallas más estratégicas de las que se libraron al final de la contienda contra los franceses.
Así lo han explicado el alcalde de Laredo, Ángel Vega, y la concejala de Turismo y Festejos, Laura Recio, que han dado a conocer el programa de actividades confeccionado al efecto. Las celebraciones tendrán su continuidad en el mes de mayo, cuando se procederá a acometer una recreación de la histórica batalla.
Para ello se está trabajando en contacto con distintas asociaciones especializadas en este tipo de representaciones, como las encuadradas en la Asociación Napoleónica Española, en las que se cuidan al detalle aspectos como el rigor en la réplica de los uniformes militares en las unidades de infantería o artillería.
Los actos tendrán su anticipo el martes 25 con la presentación del libro sobre Diego del Barco y la conferencia que impartirá su autor, el historiador Arsenio García Fuentes. Al día siguiente tendrá lugar el grueso del programa, que comenzará con la inauguración de la estatua en honor a Diego del Barco.
La talla, obra del escultor Fernando Groeiro, es idéntica a la que desde hace unos años asoma al mar Cantábrico desde los jardines de la Real Maestranza de su A Coruña natal. Será "una forma de estrechar lazos" entre ambas poblaciones, tal y como quedó de manifiesto el pasado 16 de enero cuando el Ayuntamiento de Laredo fue distinguido con la Medalla de Oro de la Batalla de La Coruña.
Entre quienes han sido invitados al acto se encuentran el propio alcalde coruñés, Carlos Negreira, el presidente de la Diputación de A Coruña, Diego Calvo, representantes de la Asociación "The Royal Green Jackets" -estrechos colaboradores del consistorio laredano en lo referente a esta conmemoración histórica- así como el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, la consejera de Presidencia, Leticia Díaz, y distintas autoridades civiles y militares.
Tras una ofrenda floral y el disparo de unas salvas de honor, la comitiva se dirigirá hacia el fuerte del Rastrillar, en la Atalaya. Allí el historiador Rafael Palacio Ramos coordinará una visita guiada en la que se desmenuzará la ofensiva final desencadenada el 21 de febrero de 1814.
A continuación se depositará una corona de flores sobre la lápida del brigadier situada en la iglesia de Santa María, a los pies del retablo de la Virgen de Belén. Ya por la tarde tendrá lugar una conferencia impartida por el propio Rafael Palacios bajo el título 'La Toma de Laredo a los franceses' y que cuenta con la colaboración de la Universidad de Cantabria.
EVITAR EL "GIBRALTAR" DEL NORTE
A finales de 1813 el joven brigadier coruñés Diego del Barco, protagonista de una meteórica carrera militar, fue puesto al mando de los 9.000 soldados españoles que trataban de tomar las fortificadas villas de Laredo y Santoña. Las dos plazas eran ambicionadas por franceses y británicos, y se corría el peligro de que en las negociaciones de paz, ambas se perdieran para España, dando lugar así a un nuevo "Gibraltar", en el norte.
Fue por ello que el brigadier Diego del Barco, a pesar de que carecía de las fuerzas necesarias en artillería e ingenieros como para tomar a viva fuerza ambos emplazamientos, llevó a sus tropas a una furiosa y sangrienta ofensiva a fin de conseguir recobrarlas para España antes de que se hiciera la paz.
Para dar ejemplo a sus hombres, el joven brigadier se puso a caballo al frente de las tropas en el ataque nocturno que en la noche del 21 de febrero de 1814 realizó su infantería sobre los fuertes de La Rochelle y La Soledad en la colina del Rastrillar que domina Laredo.
Al poco de iniciado el sangriento ataque, un casco de granada le hirió de gravedad en una pierna. Le sustituyó su segundo, el coronel, y también coruñés, Juan José San Llorente. Evacuado a la cercana villa de Colindres, la herida se gangrenó y falleció el 26 de febrero de 1814, cuando la guerra ya estaba prácticamente acabada.