Un relieve del beato de Liébana, Pieza del Mes de la Universidad de Cantabria

Bajo relieve del Beato de Liébana
UC
Actualizado: lunes, 14 noviembre 2016 13:43

Aunque el santillano Jesús Otero lo creó en 1973, empleó un estilo románico

SANTANDER, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

"Beato de Liébana en su scriptorium" es el título del relieve que el Aula de Patrimonio de la Universidad de Cantabria (Campus Cultural) ha escogido como Pieza del Mes de febrero para ponerla en valor.

En la web de la UC Campus Cultural (www.campuscultural.unican.es) se encuentra disponible al público un completo dossier que facilita a los visitantes información y contexto del origen de esta obra del patrimonio cultural cántabro.

El autor, el escultor Jesús Otero de Santillana del Mar, lo realizó en 1973 para el monasterio de Santo Toribio de Liébana con la denominación "El Beato, con su pluma y su mente".

Es un bajorrelieve realizado en piedra, material predominante en su obra artística, con un notable guiño al Románico, más propio de los siglos XI-XIII, apreciable en la frontalidad de los personajes y la perspectiva forzada, informa la UC en nota de prensa.

La obra se concibió como homenaje al monje de igual nombre, quien vivió en el monasterio entre finales del siglo VIII y principios del IX y escribió los "Comentarios al Apocalipsis de San Juan" para afrontar el entonces considerado próximo fin del mundo.

Hijo de campesinos, Otero compaginó su trabajo entre canteros con la asistencia a la Escuela de Artes y Oficios y acabó formándose en la Academia de bellas Artes de San Fernando.

Al iniciarse la Guerra Civil fue nombrado delegado de Bellas Artes en Santillana del Mar por el Gobierno de la República, para el que combatió en el frente norte hasta que fue apresado en Sotres. Su defensa de los ideales republicanos hizo que fuera condenado dos veces a muerte y que quedara preso dos años en diversas cárceles españolas.

Fruto de su afinidad republicana, una vez finalizada la contienda, se encontró muchos obstáculos en su trabajo. Un ejemplo revelador fue que, en 1967, se le impidiera ejecutar las esculturas destinadas a decorar la fachada de la Caja de Ahorros de Santander en la Plaza Porticada, a pesar de que había ganado el concurso. Finalmente la obra fue adjudicada a Agustín de la Herrán.

Con el paso del tiempo el reconocimiento a su labor llegó materializado a través de diferentes distinciones como la de Hijo Predilecto de Santillana del Mar (1981), Hijo Predilecto de Cantabria y la Medalla de Plata de la Diputación Regional (1988).