SANTANDER, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Cantabria, a través de la Sociedad de Activos Inmobiliarios Campus Comillas SLU), ha adjudicado obras de emergencia en el Seminario Mayor de Comillas, para evitar nuevos desplomes en el edificio. El presupuesto de las obras es de unos 1,5 millones de euros y tendrán una duración aproximada de dos meses.
Según ha informado el Gobierno regional en un comunicado, las obras comenzaron el lunes y consisten en el refuerzo estructural y estabilización del Seminario Mayor. Así, se evitará que el edificio en su conjunto sufra daños "irreparables" y "se prepare para que cuando la situación económica lo permita, se pueda rehabilitar para su uso".
Con estas obras, de las que aún están pendientes aún de definir algunas cuestiones técnicas, al ser de emergencia, se va a conseguir "dar seguridad" a un conjunto que, a juicio del Ejecutivo, "de haberse intervenido desde un principio de forma integral, como decían los técnicos, no estaría en la situación que hoy nos preocupa".
En este sentido, precisa que, una vez que hayan concluido las obras y el edificio esté libre de peligro, "será el momento de exigir responsabilidades a todos aquellos que cuando menos actuaron de una forma no adecuada o negligente".
Los trabajos consistirán básicamente en una estabilización de los muros de fachada y de las torres del claustro, la disposición de una cubierta que evite la entrada de agua de lluvia que agrave la situación de conservación del edificio en la zona del derrumbe y el apeo completo de la estructura.
Asimismo, se va a monitorizar todo el edificio con un sistema de auscultación e instrumentación para que sean los técnicos de la Universidad de Cantabria, como ya lo aconsejaron hace muchos años, precisa el Gobierno, los que hagan un seguimiento, que en tiempo real "evite situaciones como las que han ocurrido".
El Ejecutivo destaca que, de esta manera, "se rompe con la inactividad" del anterior Gobierno PRC-PSOE que, "por no hacer caso a los informes técnicos que ellos mismos habían encargado", permitió un "gravísimo deterioro" en un edificio declarado Bien de Interés Cultural y que forma parte del patrimonio cultural más representativo de Cantabria.
Recuerda que en la primera fase, iniciada por el anterior Gobierno en 2007, se gastaron 34,7 millones de euros, y "sólo por unos 50.000 euros" que cuesta la monitorización propuesta "se hubiera evitado este derrumbe", y se hubiera hecho un seguimiento de un edificio que presentaba "graves patologías". Se pregunta por ello si a los anteriores responsables les "importaba verdaderamente" el mantenimiento de nuestro patrimonio cultural "o solo la propaganda".
Añade que, a diferencia del anterior, el Gobierno del PP "sí que hace caso a los técnicos, una vez que ha conocido los informes pertinentes, se ha puesto a trabajar "de forma urgente" en defensa del interés general.
SE SABÍA LA AMENAZA DEL HUNDIMIENTO
El Gobierno reitera que, de la lectura de los informes recibidos en enero de 2007, se desprende que "se sabía que algunos de los elementos que hoy están a punto de derrumbarse, amenazaban con su desplome inminente".
Y se pregunta "por qué se prefirió gastar en lujo y boato, en lugar de evitar que se cayera el edificio" y "se decidió hacer baños, puertas, adornos, jardines, muebles, etc. más propios de un palacio oriental, que evitar que una de nuestras mayores joyas arquitectónicas amenazara ruina".
El hecho, añade, es que "el extenso y detallado" informe encargado por el anterior Gobierno a la Universidad de Cantabria y a otras empresas del sector "predecía negro sobre blanco lo que iba a pasar, y esas predicciones se han cumplido". "Se prefirió gastar en una parte del edificio de forma amplia y generosa, mientras que la otra iba poco a poco hacia su desplome", recalca.
Agrega que la "falta de financiación" hizo además que el anterior Gobierno "paralizara" las Fases II y III, que se correspondían con el ala oeste del Seminario Mayor y con la Iglesia. En diciembre de 2009 se hizo entrega de la Fase I de las obras, y desde ese momento, con las otras dos fases adjudicadas, "no se hizo nada", asegura.
"Los que ahora dicen que este Gobierno es el culpable, ¿por qué no continuaron con las obras para evitar una pérdida irreparable de nuestro patrimonio cultural?", se pregunta, así como por qué "los que decidieron políticamente parar las obras por falta de financiación sabiendo que sus propios informes decían que el edificio se iba a caer" "no defendieron uno de los edificios más emblemático de Cantabria y de todos los comillanos".
Por todo esto, el Gobierno "entiende que es el momento de proteger el edificio y salvar este patrimonio de forma urgente", y precisa que, una vez que hayan concluido las obras y el edificio esté libre de peligro, "será el momento de exigir responsabilidades a todos aquellos que cuando menos actuaron de una forma no adecuada o negligente".