La acusada del asesinato de Mataporquera niega que acuchillara a su pareja y le acusa de malos tratos

Los otros dos acusados aseguran que la procesada les amenazó de muerte si contaban algo de lo sucedido ese día

Edificio Las Salesas
EP
Europa Press Cantabria
Actualizado: lunes, 17 enero 2011 16:08

SANTANDER, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

Erica A.M., la mujer acusada del asesinato de su ex pareja en Mataporquera, ha negado este lunes ante la Audiencia de Cantabria que acuchillara y provocara la muerte a la víctima, de la que ha asegurado que la sometía a malos tratos que, en su versión, incluyeron palizas, dos violaciones o que la arrojara en tres ocasiones por la ventana de un cuarto piso, y que no denunció hasta que se iniciaron los trámites por la custodia del menor --que finalmente se concedió al fallecido--.

Por su parte, los otros dos procesados, Jorge B.C. y ángel Manuel R.M., que la acompañaron ese día en coche desde León hasta Mataporquera, han asegurado que desconocían las intenciones de la acusada y que tras los hechos llegó a amenazarlos de muerte si contaban algo.

Uno de ellos ha declarado que la vio acuchillar una vez a la víctima, extremo que ella ha negado en su interrogatorio. "En ningún momento le pinché", ha aseverado E.A.M., quien ha negado además que llevara armas o la cabeza tapada.

Según ha relatado, cuando se encontró con su ex pareja en las escaleras del portal, este comenzó a insultar y le levantó la mano. A partir de ahí no recuerda nada más, salvo que la víctima, de la que recordó que era cazador, "hizo como que tenía algo", aunque no sabe si lo que hizo fue sacar un cuchillo.

Tras este incidente, tanto la mujer como el otro acusado se marcharon corriendo del portal, sin saber, según ha declarado, en que estado se encontraba la víctima. Detrás de la vivienda les esperaba con el coche con el motor arrancado el tercer procesado.

En total, los tres se enfrentan por un delito de asesinato a penas que suman 53 años de prisión por parte del Ministerio Fiscal, que la acusación particular eleva a 60. El juicio ha comenzado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con Tribunal del Jurado, y finalizará el martes de la semana que viene.

DE LEÓN A MATAPORQUERA

El Ministerio Fiscal y la acusación particular sostienen que tras la ruptura de la relación y la convivencia, ella planificó el asesinato, con seguimientos horarios de la víctima incluidos, con la intención de conseguir así la custodia del hijo de ambos, que tenía él.

Los tres acusados se conocían por frecuentar el karaoke de León en el que ella trabajaba como camarera. Uno de ellos, Jorge B.Z., la conocía desde apenas dos semanas atrás, mientras que el otro acusado mantenía la amistad desde hacía 10 años.

Un día, ella les planteó a ambos que la llevaran a acompañaran a Mataporquera para poder ver a su hijo, de cinco años de edad en el momento de los hechos. Uno de ellos conduciría, ya que la acusada no tenía vehículo. Los tres hicieron ese trayecto dos días seguidos: el primer día no pudieron ver al niño, a pesar de que esperaron hasta la noche frente al portal.

Pero al día siguiente, el 15 de mayo de 2009, volvieron. La procesada ha explicado a la Audiencia Provincial que, a pesar de que según el mandato judicial no le correspondía visitar al niño, quería verle porque llevaba seis meses sin saber de él y la gente del pueblo le había alertado de que "pasaba horas solo en la calle".

En consecuencia, los tres volvieron a coger el coche para dirigirse a Cantabria. Pararon en una gasolinera, y ahí el vehículo llevaba las placas de matrícula falsificadas porque, según el conductor, Ángel Manuel R.M., en otra ocasión su coche fue rallado en ese negocio y él, como represalía, se marchaba siempre sin pagar, como de hecho sucedió ese día. En su trayecto, compraron pan y chorizo, que cortaron para comer.

El conductor esperó en su coche mientras la acusada y el otro procesado iban al domicilio de la víctima. No estaba ahí en ese momento, pero se le encontraron cuando ellos bajaban las escaleras y él las subía.

La antigua pareja inició una discusión, en el transcurso de la cual el fallecido le levantó la mano. En este punto difieren las versiones de los dos acusados. La mujer dice que hubo un momento en que no recuerda nada porque "sólo pensaba en su hijo", pero niega haber acuchillado a su ex compañero sentimental. En cambio, el otro acusado asegura que vio como ella le pinchaba una vez con un arma cuyo origen desconoce.

Este acusado sostiene que tras la agresión salió corriendo del portal hacia el coche y dio indicaciones al tercer procesado, el conductor, de que fuera arrancando, aunque sin explicarle porque. La mujer entró poco después, con el motor ya en marcha.

Durante el trayecto de vuelta a León ninguno mencionó nada de lo ocurrido. Cuando pararon a descansar, mientras ella iba al lavabo --a limpiarse las manchas de sangre, según el otro acusado, algo que ella niega--, Jorge B.C. le contó a Ángel Manuel R.M. los hechos sucedidos en el portal.

Según ambos, Erica A.M. les dijo que, dado que su ex compañero no había muerto, debían acordar una versión común de ese día: habrían estado en casa de uno de ellos viendo una película y jugando a la videoconsola. Horas después, los tres fueron detenidos.

Ellos aceptaron esta versión, incluso cuando pasaron a prisión provisional, por que la tenían un miedo "cerval", sobre todo por las compañías de la acusada en León, que eran "violentos" y "mala gente". Jorge B.C. ha añadido que la procesada llegó a amenazar con matar a su hija.

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