El SCS reitera su llamamiento a los sindicatos para que desconvoquen y volverá a citarlos para negociar
SANTANDER, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Servicio Cántabro de Salud (SCS) necesitará realizar un gasto de casi cuatro millones de euros para poder ponerse al día de las alrededor de 3.000 operaciones y más de 45.800 consultas no realizadas en el tiempo transcurrido de huelga médica, que entra hoy en su sexta semana. En tiempo, las estimaciones del SCS son de más de ocho o nueve meses para recuperar la normalidad en el servicio.
Los datos los facilitó esta mañana en rueda de prensa el director gerente del SCS, José Aburquerque, quien aprovechó además para reiterar su "llamamiento público y formal" al Sindicato Médico de Cantabria (CESM) y al Sindicato de Médicos Anestesiólogos (SIMAC) para que desconvoquen una huelga "que no beneficia a nadie y perjudica a todos".
Según Alburquerque, que compareció acompañado del subdirector de Recursos Humanos, Antonio Jiménez, entre las intervenciones quirúrgicas suspendidas y las que no se han llegado siquiera a programar por la huelga son ya 3.011 las operaciones no realizadas en más de un mes de conflicto. En el caso de consultas, la cifra se eleva a 45.852 no realizadas, bien suspendidas o no citadas siquiera. El coste económico es de 3.941.000 euros.
Entre las consecuencias de esa falta de actividad se encuentra el aumento de la lista de espera y de la demora media, de ahí que se haya incrementado también en gran medida el número de pacientes que han optado por acudir a la sanidad privada para ser intervenidos con cargo al SCS, a través de la Ley de Garantías de Demora.
Al principio del conflicto sólo cinco personas habían solicitado ejercer ese derecho, que entró en vigor a finales de diciembre, y ahora ya son 42 pacientes los que han recurrido a él. De ellos, 37 han optado por centros con los que el SCS tiene conciertos y los otros cinco han elegido otros. Por especialidades, 13 pacientes precisaban una operación de prótesis de cadera, cuatro requerían prótesis de cadera, ocho artroscopias y tres tenían que operarse de juanetes.
"SUAVIZACIÓN"
Respecto a la "suavización" de las protestas anunciada el pasado viernes de forma conjunta por los dos sindicatos convocantes de la huelga, Alburquerque dijo no entender su "significado", máxime cuando el Sindicato Médico ha recurrido los servicios mínimos.
CESM y SIMAC explicaron en su momento que con esta medida pretenden atender a aquellos pacientes que se encuentren en situaciones de "urgencia social" y no puedan "soportar más" la espera de asistencia, pero Alburquerque recalcó hoy que los servicios mínimos ya "obligan" a atender a todos los pacientes que no pueden esperar más.
Según señaló, tienen que ser atendidos tanto los usuarios que necesitan atención urgente, como los que requieren atención "inmediata", y tanto urgencias sanitarias como urgencias sociales. Además, cuestionó que sean los propios profesionales los que vayan a decidir a qué personas se atenderá, cuando la organización de la actividad asistencial corresponde al Servicio Cántabro de Salud (SCS) y los pacientes deben ser asistidos "sin discriminaciones".
DESCONVOCATORIA
Para Alburquerque, la única forma de evitar los perjuicios a los pacientes es la desconvocatoria de la huelga. Por ello, apeló a la "responsabilidad" de los sindicatos, con los que la Administración se propone seguir negociando. Al SIMAC se le ha citado mañana martes, a las 10.00 horas, y al Sindicato Médico se le volverá a convocar también, aunque de momento no hay fecha.
El gerente dirigió su llamamiento en especial al SIMAC, con el que sólo quedan pendientes dos cuestiones que "no justifican" que se mantenga los paros. "Si prácticamente tenemos un acuerdo y existen ya estos costes económicos, hay motivos suficientes para desconvocar la huelga", recalcó.
En este sentido, explicó que tanto el SCS como SIMAC han demostrado ser "capaces de negociar y alcanzar acuerdos" y han flexibilizado sus posturas y agregó que, si bien hay dos aspectos sobre carrera profesional que todavía les separan, se creará una comisión asesora de carrera profesional en la que se podrán seguir abordando diversas cuestiones sobre el modelo.
Esas cuestiones sobre las que no hay acuerdo marcan la "línea que distingue la carrera profesional por antigüedad" que demandan los sindicatos, de la carrera profesional "incentivadora y por méritos" que quiere la Administración, agregó.
Aun así, todavía queda margen de negociación, según apuntó Antonio Jiménez, quien señaló que se pueda "matizar", por ejemplo, lo relativo al hecho de que la carrera profesional del SCS sea reversible y un profesional pueda perder el grado alcanzado. También se puede "flexibilizar" la carrera profesional en el periodo transitorio de tal manera que el grado máximo sea "alcanzable", pero sin que ése ser "alcanzable" se convierta en sinónimo de "antigüedad".
