SANTANDER, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte continúa los trabajos de rehabilitación de las ermitas e iglesias en torno al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en cumplimiento de un acuerdo del Gobierno regional, tomado el pasado mes de febrero, sobre el proyecto presentado por la Asociación Año Jubilar Lebaniego.
El objetivo es conservar la esencia, ese espíritu antiguo que hace de estos lugares de retiro y oración tan especiales. Para ello, se han tomado medidas para preservar los diferentes estilos arquitectónicos, la escultura y la decoración iconográfica de las construcciones, además de dotarlas de puntos de luz para que sean fácilmente identificables desde el Monasterio o desde Potes.
Las obras de mejora se están realizando en las ermitas de Cueva Santa, San Miguel, Santa Catalina, San Juan de la Casería, San Pedro, Santa María de los Ángeles, Santa María de Lebeña y Santa María de Piasca, estas dos últimas de singular importancia arquitectónica.
Así, Santa María de Lebeña, ubicada en el municipio de Cillórigo de Liébana, constituye el mejor ejemplo de arquitectura de Cantabria, pero además posee un pórtico y un retablo barrocos y una torre del siglo XIX. En cuanto a escultura y decoración, en el retablo se exhibe una Virgen de Belén gótica (siglo XV), mientras que el frontal del altar se encuentra labrado con motivos cosmológicos.
En el municipio de Cabezón de Liébana se conserva la iglesia y algunas dependencias de Santa María La Real de Piasca. Lo más interesante y valioso es su decoración escultórica con iconografía y temas simbólicos del románico (caballeros guerreros, dragones alados, leones, toda clase de monstruos, los oficios del siglo XII: herreros, caligrafistas, celestinas o sastres).
El primitivo Monasterio de Santo Toribio de Liébana estaba rodeado de un conjunto de capillas y ermitas minúsculas, algunas semirupestres, donde se retiraban los monjes en sus penitencias y vida de contemplación durante la Edad Media. Actualmente pueden visitarse a la vez que se disfruta del singular entorno en el que están ubicadas. Para facilitar su acceso y que puedan ser visitadas por los peregrinos, el Gobierno de Cantabria ha recuperado y trazado caminos y sendas que sirven de unión entre ellas.
El proyecto se completa con la creación de un Centro de Interpretación en la ermita de Santa Catalina, donde se explica el devenir histórico del entorno del Monasterio de Santo Toribio.