SANTANDER, 25 May. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Cantabria ha anulado una sanción de 9.673 euros impuesta al propietario de un establecimiento por vender petardos a un niño que resultó con dos dedos amputados al explosionar uno de ellos.
La Audiencia estima así el recurso del condenado en primera instancia al indicar que la demanda se interpuso en octubre de 2004 por unos hechos acaecidos el 23 de diciembre del año 2000, por lo que en principio la acción debe entenderse prescrita.
Abundando en esta tesis, el tribunal señala que aunque en los supuestos de lesiones, debe contarse como día inicial de cómputo el de la fijación definitiva de las secuelas, el informe del hospital fijó éstas el 30 de diciembre de 2000, en que se dio de alta al lesionado, de 13 años de edad, con la amputación de dos dedos de la mano izquierda.
Añade que son precisamente esas lesiones las que justificaron la demanda, careciendo de toda trascendencia, a efectos de prescripción, el informe psicológico que acompañó a aquélla, emitido en mayo de 2004, y que, según el Tribunal, fue practicado "a todas luces, aunque sin éxito, con finalidad interruptiva".
Por ello, la Audiencia desestima el recurso y condena al pago de las costas del procedimiento de instancia al demandante.
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