Villar Mir ha recogido esta distinción que ha compartido con el "excelente y valioso" personal de la fábrica
SANTANDER, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cantabria ha entregado este jueves su medalla de plata a la fábrica de Ferroatlántica de Boo de Guarnizo, una instalación que es un "símbolo del carácter industrial" de la región y de "confianza en el futuro" por su "compromiso" con los ciudadanos de Astillero y Camargo.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha hecho entrega de esta distinción al presidente del Grupo Villar Mir --en el que se integra Ferroatlántica--, Juan Miguel Villar Mir, empresario que hace 22 años adquirió la factoría cuando ésta había "cesado" la producción.
Villar Mir ha compartido la medalla concedida a Ferroatlántica con el "excelente y valioso" personal porque, ha dicho, son los que hacen "prosperar" a esta fábrica. "Tenemos el mejor personal, el de Cantabria, que es el más cumplidor, riguroso y serio", ha ensalzado.
El presidente del Grupo ha manifestado su "gran satisfacción" porque Cantabria otorgue esta distinción a la factoría de Boo de Guarnizo ya que, ha afirmado, es una comunidad autónoma "siempre ha estado en el punto de referencia por su desarrollo industrial".
Una consideración que ha apoyado en el dato de que, mientras en España el "peso" de la industria en el PIB ha bajado del 18 al 14% entre los años 2000 y 2012, en Cantabria "sigue representando más del 20%", por lo que ha calificado a la comunidad como "el paraíso terrenal de la industria".
Villar Mir también ha expresado su "satisfacción" porque, aquella fábrica que "estaba cerrada" cuando él la adquirió el 1992, haya pasado de producir 18.000 toneladas de ferroaleaciones a 130.000 toneladas en 2013.
100 MILLONES DE FACTURACIÓN
Este incremento de la producción ha indicado que ha supuesto asimismo pasar de una facturación de 800 millones de pesetas (5 millones de euros) a "multiplicarla por 20", unos 100 millones de euros anuales.
No obstante, Villar Mir ha criticado el coste de la energía en España indicando que es el "segundo o tercero país de Europa y el mundo más caro", una situación que, ha lamentado, hace que sea "difícil" para los empresarios "hacer más".
En los 22 años que han transcurrido desde que adquirió esta instalación, que si bien está afincada en Cantabria desde 1913, se ha "doblado" el personal sumando en la actualidad 160 empleados que, ha asegurado, "han multiplicado su productividad por cinco".
También ha destacado el compromiso medioambiental de esta fábrica que tiene "vertidos cero". "No vertimos gases, ni líquidos, ni productos sólidos, de hecho somos la primera fábrica de las que vertían a la Bahía de Santander que instaló depuradoras para verter sólo aguas limpias", ha ensalzado.
El "compromiso" de esta fábrica no sólo es con el medio ambiente de Cantabria, sino también con su sociedad, su cultura y, por su supuesto, su deporte, de hecho, ha recordado Villar Mir, Ferroatlántica es el patrocinador del Club de Remo Astillero.
"CONTRIBUCIÓN AL PROGRESO" DE LA REGIÓN
El presidente regional ha sido el encargado de pronunciar la laudatio y ha ensalzado el "éxito y supervivencia" de esta fábrica logrado por Villar Mir, así como su "contribución" no sólo a la "resurrección de las ferroaleaciones en España" sino al "progreso" de Cantabria.
Y es que, ha recordado, que la fábrica nació en 1913 como Electra-Metalúrgica del Astillero (EMA) para fabricar carburo de calcio y se transformó después en Ferroaleaciones y Electrometales (FYESA), primero como empresa pública y luego como firma incluida en el grupo del Banco de Santander.
Más tarde se integró en el grupo catalán Carburos Metálicos "pero no eran buenos tiempos y llegó al punto de plantearse el cese de la actividad" a principios de la década de 1990, momento en que la fábrica fue adquirida por Villar Mir.
Diego ha destacado que Villar Mir hizo prosperar a Ferroatlántica, una fábrica de la Cantabria "puede sentir un legítimo orgullo" porque no sólo crea "riqueza" sino que, además, tiene un "firme compromiso con el desarrollo sostenible".
"Naturalmente, una fábrica de ferroaleaciones no es un salón de baile ni un centro de bellas artes, son procesos industriales y por muchas medidas que se adopten, y se vienen adoptando desde hace muchos años y con la Autorización Ambiental Integrada, nunca tienen una repercusión cero", ha añadido.
MISMO CONSUMO DE ENERGÍA QUE SANTANDER
El presidente regional ha respondido a las críticas de Villar Mir por el coste de la energía y ha dicho que el Gobierno de Cantabria sabe que "hay factores estratégicos que deben ser atendidos para preservar la industria" y uno de ellos es que haya "unos precios adecuados de la electricidad para aquellos sectores que son consumidores intensivos en ella".
A este respecto, y como curiosidad, Diego ha indicado que los cinco hornos de la fábrica de Ferroatlántica en Boo de Guarnizo "consumen tanta electricidad como toda la ciudad de Santander, en un cantidad equivalente al 14% del consumo total de nuestra comunidad".
Por otro lado, ha apuntado que, al igual que sucedió con esta fábrica, las industrias en situaciones críticas necesitan líderes que hagan lo que Villar Mir, "entrar en un páramo y convertirlo en un vergel industrial". "Lo que necesitan las industrias en situación comprometida" son "liderazgos renovadores que sepan cerrar un libro de la historia industrial y abrir otro", ha apostillado.
En este sentido, ha señalado que, "por fortuna", en Cantabria esto no es necesario en "casi ninguna" de las industrias aunque, ha dicho, "no podríamos decir que no necesitamos ese milagro en absolutamente ninguna". "Todos sabemos que sí necesitamos que esta historia de éxito se vuelva a producir en alguna", ha añadido.
El acto de entrega de la medalla se ha celebrado en el Patio del Parlamento de Cantabria y ha contado con la asistencia del presidente de la Cámara, José Antonio Cagigas; el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; y los consejeros de Presidencia y Justicia, Leticia Díaz; Educación, Cultura y Deporte, Miguel Ángel Serna; y Obras Públicas, Francisco Rodríguez. Asimismo, han estado presentes diputados regionales y nacionales y numerosos trabajadores de la fábrica de Ferroatlántica.
