Confirman condena de prisión a un hombre que prendió fuego a 2.000 fardos de paja y hierba

Actualizado: martes, 17 septiembre 2019 11:54

SANTANDER, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Cantabria ha confirmado la condena a un año y ocho meses de prisión y alejamiento al hombre que en la madrugada del 23 de octubre de 2016 prendió fuego a 2.000 fardos de paja y bolas de hierba ocasionando un incendio en una explotación agraria del municipio de Campoo de Enmedio.

El hombre además deberá indemnizar a los afectados con 61.400 euros, el valor de la superficie y de las bolas de hierba y alpacas de paja quemadas.

El fuego, que fue avivado por el viento sur, ocasionó un humo de gran densidad que afectó a las viviendas del entorno y no fue sofocado hasta días después.

En una sentencia que se ha recurrido ante el Tribunal Supremo, la Audiencia de Cantabria respalda la decisión de la magistrada del Juzgado de lo Penal n 3 de Santander, que consideró al acusado autor de un delito de daños por incendio, con la circunstancia agravante de reincidencia -había sido condenado meses antes por un delito de daños- y las atenuantes de dilaciones indebidas y alteración psíquica.

Y es que, como constataron los forenses con inmediatez a los hechos, el acusado "tenía ideas delirantes y estaba obsesionado con la familia" propietaria de la explotación agraria afectada.

En su recurso, el abogado del acusado pone en duda el testimonio de cargo de uno de los miembros de la familia propietaria de la explotación. Sin embargo, la Audiencia considera que la condena "se basó en prueba de cargo válidamente introducida en el proceso, de suficiente contenido incriminatorio, bastante y razonablemente valorada, en definitiva, idónea para desvirtuar la presunción de inocencia que amparaba al acusado".

Así, el tribunal de apelación considera "acreditado que el fuego fue intencionado, provocado en un momento en que había un fuerte viento sur creciente, lo que favorece su propagación".

Los hechos probados relatan cómo el hombre prendió fuego a diversos fardos de paja y bolos de hierba cuando fue sorprendido por uno de los miembros de la familia propietaria de la explotación.

Según manifestó este testigo a lo largo de toda la instrucción y se refleja en la sentencia del Juzgado de lo Penal n3, tras años sufriendo acoso y ataques contra bienes de su familia por parte de su vecino, vigilaban turnándose por las noches.

Así, el día de los hechos, hacia las dos de la madrugada, observó cómo el acusado salía de su casa. Entonces el testigo se vistió y trató de seguirle, pero al no ver nada regresó a su finca.

Fue en ese momento cuando vio "pequeños puntos de fuego", y cuando le descubrió "agachado encendiendo una pastilla y saliendo aquel corriendo".

Días antes alguien había cortado todos los cordeles de compresión de las pacas de hierba compactas a la altura de la segunda fila de un apilamiento de cinco, lo que favoreció que la combustión fuera mayor.

Esos cortes eran "limpios y deliberados", estaban realizados con un objeto punzante y generaban un "intenso riesgo" a la hora de desmontar el apilamiento, "incrementando intensamente el efecto dañoso pretendido", señalaba la sentencia de instancia.

El incendio se dio por controlado tres horas después de su inicio, si bien no fue totalmente apagado hasta días después.

En su extinción intervinieron varios vehículos autobomba, ocho bomberos y dos voluntarios de Protección Civil, además de varios vecinos "ante el peligro de que por los fuertes vientos reinantes se extendiese a inmuebles sitos en las cercanías".

El fuego generó "gran densidad de humo" que llegó a las viviendas de las inmediaciones, "con visibilidad prácticamente nula y dificultando en gran manera la respiración".

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