SANTANDER, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Estrategia Regional de Drogas 2009-2013 contará con un presupuesto anual de 1,4 millones de euros para alcanzar los distintos objetivos marcados en sus tres líneas de actuación: la prevención, la atención integral a la población drogodependiente, y la información y formación en este campo.
La Estrategia pretende "optimizar" los recursos y las actuaciones con el fin de reducir la morbilidad y la mortalidad asociada al consumo, según explicó hoy el consejero de Sanidad, Luis Truan, al presentar el documento en sede parlamentaria.
Con esta nueva estrategia se apuesta además por normalizar la atención a las drogodependencias y las adicciones abordándolas como enfermedades comunes, e integrando la red asistencial en el Servicio Cántabro de Salud (SCS).
Junto a ello, propone ofrecer a los afectados programas de tratamiento individualizados y flexibles, y adaptar la cartera de servicios de las unidades asistenciales de drogodependencias a las nuevas necesidades.
Pero sobre todo, la Estrategia se resume, según el consejero, en "prevención, prevención y prevención", con el refuerzo de los programas diseñados al efecto, entre los que destacó el de intervención en adolescentes con conductas de riesgo asociadas al consumo de sustancias adictivas, puesto en marcha en 2006, que intenta prevenir "la transición del uso al abuso".
La nueva planificación se sustenta en la evaluación de la anterior (2005-2008) y en las recomendaciones de mejora planteadas tras ese análisis, especialmente dirigidas a los dos programas que fueron novedosos en la anterior estrategia: el de intervención en adolescentes, que el pasado año atendió a 63 jóvenes; y el programa de reducción de daños, que alcanzó 408 usuarios, frente a los 58 de sus inicios en 2005.
En el caso de este último, se recomienda, entre otras cosas, que las unidades asistenciales de drogodependencias se integren en la misma estructura orgánica que Atención Primaria y se aconseja que los centros de salud que abordan la dispensación de metadona como un acto de salud más amplio trasladen sus buenas prácticas a otros centros que se limitan a la "simple dispensación" de la metadona.
Truan destacó que la nueva Estrategia Regional de Drogas, es "una estrategia de la participación y del consenso", porque la atención a las drogodependencias es "una responsabilidad social y una tarea colectiva de todos".
MÁS COMPROMISO
En esta idea coincidió la diputada 'popular' María José Sáenz de Buruaga, quien consideró que la estrategia es un "punto de encuentro" que debe estar "por encima de cualquier otra consideración". No obstante, puso algunos peros y demandó mayor "compromiso político, presupuestario y de gestión para convertir las voluntades en hechos que mejoren la calidad de vida" de los ciudadanos.
Para la secretaria general de los 'populares' cántabros, la estrategia se ha mejorado con respecto a la anterior, pero sigue siendo "mejorable", y entre sus críticas al documento está la "insuficiencia presupuestaria" porque, según dijo, "sin un respaldo presupuestario suficiente, puede quedar en papel mojado".
En este sentido, contrapuso el presupuesto de 3,1 millones de euros destinado en 2003, con los 1,4 millones que recoge la memoria de 2008, mientras el consejero, por su parte, matizó que el presupuesto anual de la actual estrategia (de 1,4 millones) se dirige en su totalidad a programas y actuaciones directas y habría que sumar por tanto el gasto de personal y de las unidades asistenciales.
Sáenz de Buruaga también aseguró que la evaluación de la anterior estrategia señala "muchos aspectos de mejora" en los que el PP "se reconoce plenamente", porque coinciden con las propuestas que ha planteado "reiteradamente" a través de iniciativas parlamentarias.
Así, aludió, por ejemplo, al programa de reducción de daños, en el que se aconseja la integración de la red asistencial en el Servicio Cántabro de Salud, una demanda que, según afirmó, lleva siete años "esperando su normalización". Igualmente, se refirió al apoyo económico a los ayuntamientos para programas de ocio saludables, cuyas partidas están "congeladas" desde 2003.
Y también lamentó que haya "clásicos" que se repiten "estrategia tras estrategia" pero se quedan como "asignatura pendiente", entre ellos, la mejora de la atención a los drogodependientes con patología psiquiátrica asociada; el compromiso de adaptar la cartera de servicios a las nuevas necesidades, o la apuesta por la formación de los profesionales.
EXPERIENCIA Y ADAPTACIÓN A LOS CAMBIOS
Desde los grupos políticos que apoyan al Gobierno (PRC y PSOE) se mostró en cambio el apoyo total a la Estrategia Regional de Drogas 2009-2013 que, en palabras de la socialista Purificación Sáez será "un buen instrumento de actuación" para abordar un problema "complejo y cambiante" que todo el mundo entiende ya como "una enfermedad común que debe ser atendida con los mismos medios dentro del sistema sanitario público".
Por su parte, la regionalista Eva Bartolomé resaltó que la Estrategia recoge las políticas que se han demostrado "útiles" y plantea programas para los nuevos problemas y necesidades, todo ello bajo los principios de "respeto a los afectados, reducción de daños y accesibilidad de la información".
A su juicio, la estrategia tiene "cuatro virtudes", que son la "coordinación" con otras instituciones y colectivos; aprovechar la "experiencia" anterior; incluir la "evaluación", que es fundamental para el diseño futuro de nuevas actuaciones; y la "adaptación" a las nuevas necesidades.