SANTANDER, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los familiares de Mariano Arroyo Murillo, el sacerdote cántabro de 74 años asesinado ayer en el municipio de La Regla, en las afueras de La Habana, le habían pedido hace meses que "lo dejara" y regresara a España, ante los problemas de los curas en Cuba tras la muerte de Eduardo de la Fuente Serrano.
Pero pese a los avisos y las apelaciones a su edad, "él quería estar ahí" para "hacer el bien", según relató en declaraciones a Europa Press el hermano del sacerdote, el ganadero de la localidad cántabra de Cabezón de la Sal, Agustín Arroyo.
El hermano del fallecido aseguró que Mariano ya quedó "muy afectado" después de que el pasado mes de febrero apareciera a las afueras de La Habana el cadáver de Eduardo de la Fuente, sin que hasta la fecha se le conozcan las causas.
"Esto es horroroso" e "increíble", aseguró Agustín Arroyo, que desconoce cuándo traerán el cuerpo de su hermano a España. Es algo que está "en manos del Obispado", explicó, si bien indicó que en el caso del fallecimiento del otro sacerdote, se tardó unos 10 días.
Arroyo cuestiona que su hermano Mariano fuera asesinado por un robo, ya que "para robar no hace falta matar" y apuntó que en Cuba "se ve que los sacerdotes molestan".
Así, explicó que el sacerdote asesinado, que era párroco del Santuario Nacional de Nuestra Señora de La Regla, "tenía un tirón muy fuerte" entre los vecinos y "llegaba muy bien a la gente".
Antes de trabajar en Cuba, Mariano Arroyo había estado más de 20 años ejerciendo el sacerdocio en Chile, también en una situación "difícil".
El cuerpo del sacerdote español Mariano Arroyo Murillo, párroco del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Regla, apareció ayer apuñalado y quemado en el municipio de Regla, en las afueras de La Habana.
Su cadáver fue encontrado por los bomberos alrededor de las 06.10 horas (12.10 hora española), después de que el vigilante nocturno viera salir humo de la parroquia.
El cadáver tenía varias heridas provocadas, al parecer, con un objeto punzante, tenía las manos atadas y algunas partes de su cuerpo quemadas.
Este es el segundo sacerdote español que es asesinado en Cuba en menos de cinco meses. El pasado mes de febrero, apareció a las afueras de la capital el cadáver de Eduardo de la Fuente Serrano, de 61 años, sin que hasta el momento se conozcan las causas de este homicidio.
Arroyo Murillo, de 74 años, se encontraba desde hace tres años de misión en la parroquia de Regla y le faltaban aproximadamente un año y 8 meses para regresar a España.
El sacerdote había pasado la mayor parte de su vida en Latinoamérica por pertenecer a la Obra Cooperación Sacerdotal Hispano-Americana (OCSHA). Estuvo 23 años en Chile y llevaba 11 en la isla. También era licenciado en Teología y Filosofía y director emérito del Instituto de Ciencias Religiosas Padre Félix Varela, de la Archidiócesis de La Habana.