García Guinea denuncia la "matanza arqueológica" del molino de Vestas en el monte Cotío

Celada-Marlantes
EP/CORE
Actualizado: martes, 17 agosto 2010 15:47

CORE augura que sucederá lo mismo con el resto del plan eólico

SANTANDER, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Miguel Ángel García Guinea denuncia que la instalación del molino experimental de la danesa Vestas en el monte Cotío supondrá una "matanza arqueológica" en el entorno del castro de Celada-Marlantes, que fue escenario, en los primeros años después de Cristo, de las guerras entre cántabros y romanos.

Así lo ha aseverado el que fuera director del Museo de Prehistoria durante una visita organizada a este emplazamiento en el sur de Cantabria por CORE (Cántabros por la Ordenación Racional de la Energía), para mostrar a los medios la ubicación del aerogenerador y a la que han invitado también a catedráticos universitarios y a García Guinea, el arqueólogo que realizó las excavaciones en la zona hace 40 años.

Frente a los trabajos de construcción del vial para acceder al monte, García Guinea ha señalado como las máquinas pasan justo al lado del entorno de protección de la excavación o del emplazamiento en el que se ubicaban, al abrigo del monte, las viviendas de los cántabros que poblaban la zona sur de Cantabria antes de la llegada de las legiones romanas.

Este arqueólogo trabajó en Celada-Marlantes en 1970, durante seis años, y plasmó las consecuencias en un libro en el que enumeró los hallazgos encontrados, hoy en "cajas" en el Museo de Prehistoria que él dirigió.

Entre los restos de este castro aparecieron 'falcatas' (cuchillos curvos), hebillas de cinturón o cerámicas. Los motivos que figuraba en ellas y el que no aparecieran las propias de la época romana fue lo que llevo a García Guinea a concluir que los cántabros de entonces tenían contacto frecuente con las tribus celtíberas que llegaron a la zona a pedir ayuda mientras huían del asedio a Numancia.

Después, en este mismo asentamiento, se detectaron restos de tiendas romanas. La sucesión de hallazgos a los pies del monte Cotío llevó a reconstruir la historia de la llegada de los invasores y cómo incendiaron todo el poblado cántabro que fueron "dominados y derrotados" por los romanos tras librarse las conocidas como Guerras Cántabras.

Sobre el terreno quedan restos de la muralla defensiva y de la posterior calzada romana, pero tanto García Guinea como los historiadores de la Universidad de Cantabria (UC) José Manuel Iglesias y Ramón Bohigas apuntan que aún quedan hallazgos por encontrar en Celada-Marlantes, donde todavía el año pasado hubo una nueva campaña arqueológica apoyada por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Por eso García Guinea considera que en este lugar está "la base fundamental para conocer la historia de Cantabria", y de hecho cree que debería albergar, como según dice, estuvo proyectado, "un parque arqueológico", "como Numancia". "Todo está ahí", asevera.

En lugar de eso, mientras se pregunta "¿para qué nos dieron el dinero de la excavación?", se encuentra con algo "monstruoso, espantoso, intolerable", en referencia a la instalación del molino de Vestas, cuyas piezas ya han llegado al Puerto de Santander y que estará finalizada en septiembre.

UN EJEMPLO DEL PLAN EÓLICO

En la plataforma CORE (Cántabros por la Ordenación Racional de la Energía) quieren evitar que esto suceda y por eso han presentado una denuncia ante la Fiscalía a los consejeros de Cultura, el regionalista Francisco Javier López Marcano; y de Industria, el socialista Juan José Sota, dentro de una ofensiva judicial que incluye una petición de paralización cautelar del proyecto planteada en un Juzgado de Reinosa.

José María Martínez, representante de esta plataforma que agrupa a varios colectivos ecologistas y ciudadanos, ha augurado que lo que está sucediendo bajo la falda del monte Cotío es sólo un "ejemplo" de todo "lo que va a suceder" con el desarrollo eólico del Plan Energético Regional, el conocido como plan eólico aprobado por el Gobierno de Cantabria.

La plataforma recuerda que el molino de Vestas se encuentra sobre la ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) del embalse del Ebro, y que perjudicará a ejemplares como el alimoche, un ave carroñera que necesita planear bajo en sus vuelos.

Los colectivos recuerdan que los valores naturales de la zona fueron destacados en un libro sobre rutas de senderismo editado por la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno regional, el Ayuntamiento de Campoo de Enmedio y la Universidad de Cantabria, en el que "lo que en su día era necesario proteger y se publicitó a bombo y platillo es lo que ahora se destroza".

Detrás de esto se encuentra, a su juicio, un "conflicto de valores", entre el "valor del dinero" y el "valor del patrimonio". En este caso, alerta de que "se puede perder para siempre algo que llevaba ahí 2.000 años".

CORE lamenta que estos daños se podían "evitar" si se hubiera desarrollado este proyecto con un Estudio de Impacto Ambiental previo que, en este caso, aseguran, no se ha hecho, y también si se hubiera abierto un proceso de participación ciudadana, en lugar de actuar "muy deprisa".