Diego "no entiende" por qué parte de los trabajadores de la empresa le ven como un "enemigo"
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SANTANDER, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, confía en que el Gobierno de Cantabria pueda poner la semana que viene sobre la mesa las respuestas a las fórmulas propuestas por Sniace para dar una salido "total" o "parcial" a la situación que atraviesa para que, posteriormente, sea la empresa las que tomas las decisiones que considere.
Así se lo ha trasladado esta tarde a los representantes del comité de empresa con los que se ha reunido durante unos minutos tras llegar al Parlamento regional, en cuyos aledaños se han concentrado unos 250 personas, según la Policía, entre trabajadores y algunos simpatizantes de su causa.
Diego ha llegado al Parlamento regional por la puerta principal y ha sido recibido por fuertes voces por los trabajadores concentrados, a quienes se ha quedado mirando durante unos segundos desde los soportales del Parlamento, pero sin acercarse, para posteriormente entrar en el edificio, una actitud a la que la plantilla ha respondido con gritos de "cobarde, cobarde".
Ya antes de su llegada, los trabajadores, que han portado una pancarta en la que se podía leer 'Entre el Gobierno y Mezquita, el trabajo nos quita', ya han dedicado algunas de sus consignas al presidente regional, como 'Si no hay solución, Diego dimisión' o 'Diego atiende, Sniace está caliente'.
Tras entrar al Parlamento y recibir el comité de empresa, y cuestionado por la prensa por el recibimiento que le han brindado los trabajadores, Diego ha afirmado que "no entiende por qué" algunos de ellos, de forma "aislada", le ven como un "enemigo" y se "desahogan" con él cuando su "preocupación no es Sniace", sino los puestos de trabajos y la plantilla, ante la que ha puesto a su "disposición" su trabajo.
"Luego no entiendo tampoco porque alguno de ellos pretende verme como un enemigo, en todo caso su enemigo estará en la empresa, si lo hubiera, que tampoco lo sé si lo hay", ha afirmado Diego.
En su encuentro con el comité, parte del cual ha sido en privado, Diego ha explicado que las vías aportadas por la empresa giran en torno a cuatro ejes, dos de ellos dependientes de la Consejería de Medio Ambiente, que son los relativos al canon de saneamiento y a la posibilidad de que Sniace se convierta en gestor de residuos a través de su depuradora; otro dependiente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (la devolución del canon de vertidos pagado en años anteriores), y la restante del Gobierno de España (la revisión del 'céntimo verde').
Respecto a estas posibles vías, Diego cree que la devolución del canon de vertidos, que está en un proceso judicial, es, a su juicio, la "menos viable" de las soluciones propuestas por la empresa.
Diego ha subrayado que, por una parte, ha "puesto a trabajar" a quienes desde el Gobierno regional pueden responder a algunas de las vías propuestas por la empresa, y, por otra, su Ejecutivo regional ha realizado las gestiones oportunas con otras Administraciones en aquellos ámbitos en los que el Gobierno regional no es competente.
El presidente regional ha explicado a los trabajadores que, al margen de ese trabajo, "no quiere entrar en ese juego", que es -ha dicho-- "el de la empresa".
Por otra parte, y antes de esta reunión entre Diego y el comité, su secretario Antonio Portilla, expresó su confianza en que el debate de las dos proposiciones no de ley sobre Sniace que se debaten este lunes en el Parlamento, sea la "primera piedra" para solucionar el problema, más allá de las "buenas palabras" que hasta ahora ha ofrecido el Gobierno regional.
Sin embargo, el secretario del comité ha reconocido que no tiene confianza en que este lunes se vaya a dar una solución al problema de Sniace, ante el que Portilla ha opinado que habría estado "mejor" que los tres grupos parlamentarios -PP, PSOE y PRC-- hubiesen presentado una sola propuesta conjunta.
Portilla ha insistido en que el asunto está "muy verde" y no prevé una "solución a corto plazo", si bien ha insistido en que la solución llegue cuando el ERE de seis meses ya se haya cumplido.
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