SANTANDER, 18 May. (EUROPA PRESS) -
Cantabria está cada día "más y mejor preparada" y tiene "mayor capacidad de respuesta" para afrontar una hipotética pandemia gripal. El Plan de actuación frente a esa posible pandemia recoge todos los protocolos que se deberán aplicar en ese supuesto, perfila distintos escenarios que podrían llegar a darse y garantiza poder "afrontar con serenidad y con cierta tranquilidad" la pandemia si llega a producirse.
Profesionales sanitarios participaron hoy en una jornada técnica para conocer los contenidos de ese plan y encargarse después de difundirlo y explicarlo en sus centros de salud y hospitales, dentro del "esfuerzo" de difusión emprendido por la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales del Gobierno cántabro para la implantación del plan. La propia consejera de Sanidad, Charo Quintana, ha solicitado comparecer en el Pleno del Parlamento de Cantabria para informar al respecto.
El documento, de 203 páginas, se plantea como un plan abierto que deberá ir transformándose con las nuevas situaciones que vayan surgiendo antes de la hipotética llegada de la pandemia. Es el resultado de año y medio de trabajo de distintos profesionales, muchos de ellos del Servicio Cántabro de Salud, y prevé las respuestas que se deberán ir dando a una pandemia que, de producirse, supondrá una "sobrecarga" para el sistema sanitario.
La consejera de Sanidad, Charo Quintana, presentó hoy el documento acompañada del director general de Salud Pública, Santiago Rodríguez, y del presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Ildefonso Hernández Aguado.
Entre los contenidos del plan, se incluye información sobre la situación actual de la gripe aviar y se exponen las "posibles consecuencias" que una pandemia gripal podría tener en España y Cantabria. Así, se calcula el número de consultas, urgencias e incluso muertes que podría generar, en función de distintos escenarios futuros.
PROTOCOLOS
El documento desarrolla igualmente distintos protocolos de actuación y determina, por ejemplo, quién debe ocuparse de repartir mascarillas entre los enfermos que lleguen con síntomas sospechosos, a qué salas o consultas se les debe trasladar, por qué rutas y en qué condiciones deben moverse por el centro sanitario o qué ambulancias se ocuparán de su traslado y a qué medidas de desinfección se someterán después.
Hay protocolos concretos para Atención Primaria, urgencias, ingresos hospitalarios, etcétera, en los que se concretan las condiciones exactas en cada centro. También se incluye un protocolo de atención en el domicilio, porque la asistencia a los pacientes deberá ser preferentemente en la vivienda para reducir el riesgo de transmisión de la enfermedad.
El plan define también las medidas de protección que deberán utilizar los profesionales y recomendaciones de autoprotección para los familiares de los enfermos, entre otras cuestiones.
"DESAFÍO SANITARIO"
La consejera de Sanidad consideró que la amenaza de una pandemia gripal representa un "desafío sanitario a nivel mundial" en el que se debe "compaginar" la preparación para una enfermedad que no existe, con la adecuada atención a los problemas de salud del día a día. Pero además de un desafío, aseguró que se trata de una "oportunidad" que va a permitir la "puesta a punto de la capacidad de respuesta del sistema sanitario".
En su opinión, el esfuerzo realizado en esta materia tiene que ser "sostenido en el tiempo" y tiene que permitir crear un dispositivo de respuesta que pueda aplicarse, no sólo a una pandemia gripal o a epidemias, sino también a otras necesidades de salud pública.
En esta misma línea, Ildefonso Hernández Aguado insistió en que los planes de actuación ante la pandemia no deben ser "efímeros", sino "polivalentes y flexibles", para ser capaces de "responder" a otras situaciones de salud pública que, en muchos casos, "entran de lleno en las políticas de seguridad".
Puso el ejemplo del plan de actuación ante la neumonía asiática, que fue "efímero", mientras que lo deseable es crear "dispositivos permanentes adaptables a cualquier problema".
ACTUACIONES TRANSVERSALES Y GLOBALES
Charo Quintana aseguró que otras de las cuestiones que ha puesto de relieve esa amenaza de pandemia gripal es la necesidad de ser "conscientes" de que, al vivir en una "aldea global", los países desarrollados no están "a salvo" de sus consecuencias a pesar de contar con buenos sistemas sanitarios.
Según dijo, no hay "obstáculos ni barreras" para detener la hipotética infección y por ello las medidas que se adopten deben ser "globales", a la par que "transversales", entre los distintos departamentos involucrados (sanidad, seguridad, salud animal...). Igualmente, recalcó que los recursos de los que se ha dotado la comunidad internacional deberán ponerse al "servicio" de los países en los que se detecten los primeros casos.
VACUNAS Y ANTIVIRALES
Por otro lado, en lo que respecta a los trabajos que se están desarrollando para reducir el plazo necesario para fabricar vacunas y antivirales ante esa posible pandemia, el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología aseguró que en las "próximas semanas" se difundirá un estudio de un grupo de químicos que concluye que el fármaco se puede fabricar "más rápido".
Hernández Aguado recordó que, tanto en el caso de las vacunas, como en el de los fármacos, se está intentando acortar el tiempo necesario para su fabricación buscando, en el caso de las vacunas, la dosis mínima de antígenos necesaria para generar los anticuerpos.