Un buceador sacó del agua el artefacto, del que se hicieron después cargo los especialistas en explosivos de la Guardia Civil
SANTANDER, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
El hallazgo de una granada de mortero en el muelle Don Luis de Castro Urdiales obligó este mediodía a desalojar a unas 2.000 personas que se encontraban en la zona de baño del Solarium. Al final, se comprobó que se trata de una de las granadas que se utilizan para instrucción, que no tienen carga, y los especialistas en explosivos de la Guardia Civil se la llevaron para destruirla.
Un buceador que practicaba submarismo en la zona del muelle fue el que encontró la granada y la sacó del agua, despertando así la curiosidad de algunos de los bañistas que estaban en la zona del Solarium, que se acercaron y llegaron incluso en algunos casos a cogerla y fotografiarse con la granada sin tener en cuenta el peligro que podría suponer si hubiera estado cargada.
Según explicaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil, los agentes del puesto de Castro Urdiales recibieron el aviso del hallazgo sobre la una de la tarde y acordonaron inmediatamente la zona, al tiempo que se requirió la presencia del Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil (GEDEX).
Estos comprobaron que se trata de una granada de mortero de instrucción de 75 milímetros, sin carga, al tratarse de un artefacto de instrucción. Después se la llevaron para destruirla.
La Cruz Roja colaboró en el desalojo de la zona de baño del Solarium en la que en ese momento había unas 2.000 personas, según comentó a esta agencia el coordinador de Cruz Roja en Castro, José Luis Santamaría. También hubo que retirar numerosos coches que estaban allí aparcados.
La zona de baño permaneció cerrada desde la una de la tarde, cuando se encontró el artefacto, hasta las dos y media o tres de la tarde, tras lo cual se recuperó la normalidad y volvieron los bañistas.
NO SE DEBEN TOCAR ESTOS ARTEFACTOS
El coordinador de Cruz Roja comentó que en un principio, tras sacar el buceador la granada del agua, la colocó en un escalón y algunas personas se acercaron e incluso se hicieron fotos con ella. Al parecer, fue después otra persona la que alertó de lo que podía tratarse, advirtió del riesgo y conminó a avisar a la Guardia Civil.
En este sentido, desde la Guardia Civil de Cantabria se recuerda que nunca se deben tocar granadas, proyectiles u otros artefactos explosivos, porque pueden tener todavía la carga y explotar al manipularlos. Lo que se debe hacer es avisar inmediatamente a las fuerzas de seguridad para que se hagan cargo.
