Hostelero de Santillana afirma que disparó para "asustar" a los ladrones y "por miedo" a la vida de su mujer

Juicio Contra El Hostelero De Santillana Del Mar Que Mató A Un Ladrón
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 31 mayo 2012 15:16

SANTANDER, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El hostelero de Santillana del Mar que mató de un disparó de escopeta a un ladrón e hirió a otro cuando estaban robando en su mesón ha asegurado este jueves que "sólo quería asustar a los ladrones" y "tiró más por miedo a la vida de su mujer" que porque le fueran a robar.

"Yo no tenía miedo por el dinero. Si yo supiera que sólo iban a robar no hubiera pasado nada", ha afirmado el hostelero, Ángel G.O., en la primera jornda de este juicio por homicidio, que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial con jurado popular y que se prolongará hasta el próximo 8 de junio.

El acusado ha explicado que la tarde anterior al suceso, que se produjo en la madrugada del 6 de diciembre de 2009 cuando el hostelero y su mujer dormían en una vivienda que ubicada dentro del mismo bar, los mismos tres hombres que entraron a robar, de nacionalidad rumana, estuvieron varias horas en su bar y llamaron la atención de varios clientes, que le advirtieron de que los individuos habían estado mirando a las cámaras de seguridad, en lugar de a las televisiones donde se estaban retransmitiendo los partidos de fútbol.

Aunque el hostelero ha señalado que a él no le infundieron sospechas, sí se fijó en ellos esa tarde porque --ha dicho-- en Santillana del Mar "rumanos hay muy pocos".

A preguntas de la acusación particular, ha señalado que aunque en la madrugada del robo los vio "al trasluz" reconoció a las mismas personas por sus características físicas, de gran corpulencia. "Deduzco que son los mismos", ha señalado el acusado.

El hostelero del Mesón 'El Padrón' ha defendido que, después de ver que los tres hombres habían visto por la tarde que el bar había estado "a tope", pensó que los ladrones "no se iban a conformar" con el dinero de las máquinas tragaperras, sino que iban a ir a por la recaudación de ese día, que estaba en una caja fuerte en su dormitorio.

Como consecuencia del disparo, uno de los atracadores, G.S.S., de 33 años, que se encontraba agachado recogiendo las monedas de la máquina tragaperras, recibió un impacto que le alcanzó el corazón y murió a pocos metros del local cuando intentaba huir. Otro de los hombres recibió perdigones en la espalda y antebrazo derecho y el tercero resultó ileso.

El Ministerio Público considera los hechos dos delitos de lesiones en concurso ideal con un delito de homicidio imprudente. Además, cree que concurre la atenuante de arrepentimiento espontáneo -el hombre llamó al 112 para contar lo sucedido- y la eximente incompleta de legítima defensa.

Por ello, la petición de condena del Fiscal es de año y medio de prisión, así como una indemnización de 60.000 euros a la viuda del fallecido.

La acusación particular que ejerce la mujer del fallecido considera, sin embargo, que los hechos constituyen dos delitos de homicidio, uno intentado y otro consumado, por lo que reclama una condena de trece años de cárcel y 107.000 euros de indemnización.

Por último, la defensa del acusado solicita la libre absolución pues cree que concurren las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable.