Huelga.- Quintana confía en que los profesionales vean que el Sindicato Médico les ha "engañado" y vuelvan a sus puestos

Actualizado: martes, 23 enero 2007 14:04

La consejera acusa a la CESM de pretender dar un "golpe de estado" para "dirigir la sanidad cántabra y debilitar el sistema público"

SANTANDER, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Charo Quintana, confió hoy en conseguir mover a la reflexión a los facultativos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) para que se den cuenta de que el Sindicato Médico (CESM) les ha "engañado" y opten así por volver a sus puestos de trabajo y dejar la huelga.

Tras cumplirse ayer una semana del inicio de la huelga indefinida en el SCS, la situación parece estar estancada hasta el punto de que la Consejería ha perdido casi las esperanzas de cerrar un acuerdo con el Sindicato Médico que ponga fin a los paros y confía más en la decisión individual de cada uno de los profesionales para que se vayan reincorporando a sus puestos.

Quintana dijo hoy que la "esperanza es lo último que se pierde" y apuntó que confía "incluso" en que el Sindicato Médico "entre en razón", pero reconoció que confía "muchísimo más en los profesionales".

A su juicio, quienes "tienen la palabra" en este momento son los profesionales que se van informando y van comprendiendo las "trampas" que les ha tendido el Sindicato Médico y se van dando cuenta de que no pueden seguir por más tiempo sin prestar la asistencia que precisan los ciudadanos.

Según dijo, algunos médicos ya se han dado cuenta de que han sido "deliberadamente engañados" por el Sindicato Médico y de que les ha utilizado para "hacer el juego de una visión de la medicina que no comparten" y de aquellos que quieren compatibilizar la actividad en la sanidad pública con la privada.

Para la consejera ha llegado el momento de que los médicos y los ciudadanos en general empiecen a preguntarse "cuál es el motivo de esta huelga" y si es motivo suficiente para esta protesta la reclamación de un complemento específico para los profesionales que no se dedican en exclusiva a la sanidad pública.

En este sentido, Quintana se preguntó si esa reclamación es motivo para negarse a atender a personas que necesitan asistencia o para negarse a operar y lamentó que la palabra huelga está ya "tan manida" que ha "perdido su auténtico significado" y "se queda corta" para reflejar lo que supone, ya que detrás de los paros hay personas "con nombres y apellidos y con problemas de salud" que no están recibiendo la asistencia que requieren.

GOLPE DE ESTADO

En palabras de la consejera, lo que sucede es que esta huelga responde a una "suerte de golpe de estado" por parte de un sindicato que quiere "dirigir la política sanitaria de la comunidad, debilitar el sistema público y arrebatar la posibilidad de incentivar la dedicación exclusiva".

De hecho, consideró que la petición de un "mediador" lanzada ayer por la organización sindical es un "nuevo conejo" que tenían que "sacar de la chistera", una vez que se había agotado ya la vía planteada en su momento por las dudas que les suscitaba la redacción del documento que plasmaba el preacuerdo alcanzado víspera de iniciarse la huelga.

Sin embargo, Quintana dejó claro que ese conejo "no es nuevo", sino que se trata de una "esperanza largamente acariciada" por el Sindicato Médico. Así, explicó que desde el inicio de la legislatura la organización sindical "ya había decidido que con esta administración no se podía negociar" y se necesitaba un mediador.

Según la consejera, lo que ha querido en todo momento el sindicato es que "al frente de la administración sanitaria estuviese otra posición política, otra visión de la sanidad que apostase menos por la sanidad pública".

LA CASA POR LA VENTANA

Frente a esa actitud del Sindicato Médico, Quintana defendió la voluntad negociadora mantenida en todo momento desde la Administración que, sin embargo, ha visto cómo la organización sindical ha dado "un paso atrás", cada vez que la Consejería ha dado "un paso adelante", y ha "hecho una pantomima y un simulacro de negociación", pero "no ha negociado" realmente.

Recalcó que la Administración ha "soportado desplantes, insultos e improperios" y, aun así, ha mantenido las conversaciones y movido sus posiciones. Pero dejó claro que ya no habrá más cambios y que el preacuerdo alcanzado hace dos fines de semana, justo antes del inicio de la huelga indefinida, es "la última oferta".

"Es todo lo que este Gobierno puede hacer para resolver este conflicto", sentenció la consejera. En ese acuerdo la Administración ha "tirado la casa por la ventana" para cerrar el conflicto y que los ciudadanos "sean atendidos como se debe" y, llegado a ese punto, "no se puede y no se debe dar más", agregó.

HUELGA INSOLIDARIA

Finalmente, Quintana consideró "insolidaria" esta huelga, no sólo para los usuarios, sino también para los médicos que no la secundan, ya que se plantean unas reivindicaciones que "no interesan" al conjunto de los profesionales.

A su juicio, el "único objetivo realmente racional y justificable", que era el aumento del pago de la hora de guardia, ya se ha "conseguido" y, en cambio, el tema del complemento específico y de convertir la carrera profesional en una "forma disimulada de subir los salarios, no es bueno ni para los profesionales que tienen méritos" para avanzar en carrera "ni para el sistema".

"No es una huelga de los médicos del Servicio Cántabro de Salud. Ésta es una huelga convocada por un sindicato que dice llamarse médico y que ha sido seguida mínimamente por profesionales del SCS, muchos de los cuales la siguen porque han sido deliberadamente engañados e intoxicados por este sindicato", concluyó.