SANTANDER 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Uno de los dos incendios forestales que ayer, jueves, se declararon en la comarca de Liébana, y que arrasó unas 30 hectáreas de masa forestal fue "intencionado", según aseguró hoy la vicepresidenta del Gobierno de Cantabria, Lola Gorostiaga, quien indicó, respecto al otro siniestro, que ha destruido un alcornocal considerado como el más importante del Norte de España.
En su habitual comparecencia ante los medios informativos para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, Gorostiaga se refirió a los dos incendios declarados durante la tarde de ayer, jueves, en Liébana, que ya han sido controlados y que han arrasado unas 140 hectáreas de masa forestal de alto valor ecológico, principalmente, alcornoques y encinas.
La vicepresidenta precisó que el declarado en Cambero (Cabezón de Liébana), en una zona de alcornoques próxima a la carretera autonómica 870, ha sido el más grave puesto que ha afectado al alcornocal más importante del norte de España.
En total, este siniestro, que se declaró hacia las cuatro y media de la tarde, y cuyas causas apuntan a un accidente, ha arrasado más de cien hectáreas de masa forestal y ha destruido alrededor de 600 árboles.
Respecto al segundo incendio, que se declaró entre las 18.30 y las 19.00 en Rases, cerca de Potes, y que ha arrasado 30 hectáreas de masa forestal, la vicepresidenta aseguró que "no hay ninguna duda" de que fue intencionado, al igual que otros dos focos más pequeños que anoche se produjeron en en las zonas de Ojedo y Caloca, y que fueron extinguidos rápidamente.
Gorostiaga precisó que los incendios de Cabezón de Liébana y Rases, se encuentran en este momento extinguidos, pero no apagados. Por ello, efectivos del Servicio de Emergencias y la Dirección General de Montes continúan trabajando en la zona para evitar que se reproduzcan como consecuencia del calor y el viento.
En concreto, se están realizando labores para enfriar la zona afectada, en las que participan cinco vehículos motobomba, el helicóptero de Protección Civil y un hidroavión procedente de Zaragoza y dispuesto por el Ministerio de Medio Ambiente.
En las tareas de extinción han intervenido efectivos de los parques de emergencias de Tama y Valdáliga, personal de la Dirección General de Montes y la agrupación de Protección Civil del Nansa. El operativo ha estado integrado por alrededor de 50 personas.