Nueve años de prisión por abusar sexualmente de su sobrino desde los 7 a los 10 años de edad

Actualizado: martes, 31 octubre 2006 19:06

El procesado violó reiteradamente al menor en su domicilio durante las vacaciones escolares

SANTANDER, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a nueve años de prisión a Ricardo G.I., santanderino, casado y de 50 años de edad, como autor de un delito continuado de abusos sexuales, con la agravante de abuso de superioridad, en la persona de su sobrino, desde que éste tenía 7 a los 10 años de edad.

Además, el procesado deberá de indemnizar con 30.000 euros al menor, a quien no podrá acercarse a menos de 300 metros ni comunicarse con él durante el plazo de cinco años.

La Sala considera probado que el acusado desnudó, realizó tocamientos, y violó al menor durante las vacaciones escolares de Semana Santa, verano y Navidad, períodos que el niño pasaba en casa del acusado, en la Bajada de Rumayor de Santander, dado que durante el curso vivía con su madre en Londres.

La sentencia, hecha pública hoy, explica que el pederasta, "valiéndose de las buenas relaciones familiares", y de la corta edad del menor realizó estos abusos con penetración "al menos tres veces semanales" desde principios del año 2000 hasta las navidades de 2002.

A consecuencia de estos hechos, la víctima presenta "trastornos de comportamiento", como "irritabilidad, reacciones violentas, pérdida de apetito, se ha vuelto desconfiado y tiene dificultades para encontrar amigos", estando en la actualidad en tratamiento psicológico en Inglaterra.

Según documentan los magistrados, el niño, que denunció estos hechos en 2003, no tenía razones para pensar que pudiera haber denunciado a su tío "como un acto de venganza o enemistad, ni que le quisiera perjudicar, pues ningún beneficio obtenía con denunciarle, sino todo lo contrario, pasar un auténtico calvario de declaraciones y entrevistas con psicólogos hasta finalmente llegar a juicio, y no volver en vacaciones a Santander, lo que le gustaba mucho, ya que tenía muchos amigos".

EL MENOR DIO MULTITUD DE DETALLES

Frente a que el procesado negó los hechos durante el juicio, la Sala expone que el menor narró, por videoconferencia, "multitud de detalles", como que "cuando se la meneaba salía un líquido blanco", y que su tío "le hacía daño", especialmente en el trasero.

La pena dictada es la misma que solicitaba tanto la Fiscalía como la acusación particular durante el juicio, celebrado el pasado 17 de octubre.

Durante la vista oral, las tres peritos psicólogas que trataron al menor avalaron como "creíbles" sus denuncias, ratificando por unanimidad poseer "informes concluyentes de la veracidad en el testimonio" de la víctima.

La madre del niño, que declaró por videoconferencia por residir en Londres, expuso en su momento que ella misma era quien alentaba a su hijo a acudir todas las vacaciones a la casa del acusado, ya que el marido de éste era su tía carnal, alguien que para ella significaba "su segunda madre", y en quien "confiaba".

Fue a finales del año 2003 cuando la madre presenció "un ataque de nervios" de su hijo, quien por entonces tenía 10 años. Cuando le llevó al doctor, el menor le expuso a éste los abusos sexuales que sufría por parte de su tío en la casa de Santander cuando estaban "a solas".

La madre, muy afectada, aseguró al Tribunal que aunque al principio "parte" de su familia la "creaban dudas" respecto a la veracidad de los hechos, "por supuesto" que le creyó, atando entonces cabos "del cambio" que, dijo, vio sufrir al niño, como que "no quería comer", sin llegar a sospechar "jamás en algo así".