SANTANDER, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
José Arsuaga ha tomado este lunes posesión de su cargo como presidente de la Audiencia Provincial de Cantabria en un acto en el que ha realizado un llamamiento a los jueces para que realicen su labor con "independencia", "responsabilidad", "atención y "respeto" a los problemas de la gente para conseguir, de este modo, que la ciudadanía les reconozca como "autoridad".
"De jueces independientes, responsables, formados y atentos surge el reconocimiento como autoridad, que debe ser siempre nuestro objetivo", ha afirmado Arsuaga tras tomar posesión de su cargo, que, según ha señalado, "tratará de desempeñar siguiendo la trayectoria de sus predecesores".
Arsuaga, que toma el testigo dejado por José Luis López del Moral, ahora presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), ha opinado que el juez "no se puede quedar exclusivamente con el poder" que le otorga su nombramiento en el Boletín Oficial del Estado, sino que debe aspirar a ser reconocido como "autoridad" por la ciudadanía.
En este sentido, ha recordado que, al contrario que el poder, que "es formal", la autoridad es concedida y atribuida por los demás. "Tiene que ver con el mérito y con el respeto, no con el temor", ha apuntado.
Y para lograrlo, ha instado a los jueces a actuar no solo con independencia, que según ha señalado es un "presupuesto" de la actuación judicial, sino con "responsabilidad" y realizando un "esfuerzo constante por proporcionar atención y respeto a los ciudadanos y escucha y consideración a los profesionales".
"Nuestra condición de titulares de un poder del Estado obliga a extremar las garantías de independencia y responsabilidad", ha defendido el nuevo presidente de la Audiencia Provincial.
Y respecto a la primera de estas garantías, ha apuntado que la condición de "servidores públicos" de los jueces "conlleva un compromiso con la sociedad en la que vive" y, por ello, ha apuntado que "no le parece que sea tiempo de una visión de la independencia que conlleve una cierta idea de aislamiento social".
"Es difícil de aceptar hoy la figura de un juez fuera de su contexto. Creo, al contrario, en un modelo de juez plenamente consciente de los problemas, de las crisis, de las tensiones de la sociedad en la que vive y de la oportunidad de su función. Porque sigo pensando que con la labor de administrar justicia se contribuyente al mantenimiento de la paz y el progreso social".
Además de ese compromiso con la sociedad, ha apuntado que el juez debe cumplir su papel de ser "cabeza visible" del servicio público "esencial" de la administración de justicia".
En su discurso, Arsuaga ha apuntado que en cumplimiento de estos objetivos juegan "en contra" de los jueces y son "obstáculos" las "seculares carecías", como la "escasez"de jueces, de medios, de una organización moderna del trabajo y de normas procesales "adecuadas".
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