Monseñor Vicente Jiménez Zamora anima a los miembros de la Policía a "no caer en el desánimo" y subraya su entrega "sacrificada"
SANTANDER, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Obispo de Santander, Monseñor Vicente Jiménez Zamora, destacó hoy que el terrorismo "atenta contra la ley de Dios, contra la dignidad humana y contra los derechos elementales de la vida y la libertad", y recordó a las víctimas de esta "lacra" pidiendo "que el Señor las acoja en su seno y fortalezca a sus familias en la esperanza".
Monseñor Jiménez Zamora realizó estas reflexiones en la homilía que pronunció durante la celebración oficiada este mediodía en la catedral de Santander ante los miembros del Cuerpo Nacional de la Policíal, con motivo de la celebración de los Angeles Custodios, patronos del Cuerpo y cuya memoria litúrgica se celebra hoy por la Iglesia.
En su sermón, el Obispo expresó su "gozo" por encontrarse en la fiesta de sus patronos con los "queridos miembros del Cuerpo de Policía Nacional", a los que definió como "servidores fieles de la sociedad" y para cuya misión invocó "la celestial protección de los Santos Ángeles".
Jiménez Zamora destacó la "permanente dedicación al cuidado de los hombres", de los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y su vida "callada, sacrificada, tantas veces incomprendida y, a menudo, injustamente valorada", y les exhortó a ser "hombres y mujeres de fe".
En la homilía, el Obispo transmitió a los miembros de la Policía Nacional que "celebrar a vuestros Patronos, los Santos Ángeles Custodios, tiene que ser una ocasión para considerar la realidad en la que se desarrolla vuestra profesión, para no caer en el desánimo o sucumbir perdiendo la fe en el hombre. Es una ocasión para encontrar los valores del espíritu, reavivar la fe personal en Dios y en el hombre, y afianzar así vuestra vocación de servicio: ser fieles a Dios para mejor servir al hombre", indicó.
Recordó a continuación que la razón de ser de este Cuerpo, su trabajo y su identidad "más profunda" es el "respeto al cumplimiento de la ley", y añadió que su meta es "la justicia"; el "afán" la "paz en la convivencia"; su estilo, "el respeto" y "vuestra recompensa, el honor de servir", apostilló.
Monseñor Vicente Jiménez Zamora también subrayó que "para ser servidores auténticos del hombre y de la sociedad, es necesario un ejercicio constante de fidelidad", e instó a los hombres y mujeres que forman parte de la Policía Nacional a "ser fieles ante todo a Dios, porque de él se aprende a ser honrados y generosos en la vida de cada día".
SACRIFICIO Y RECOMPENSA
También recordó a los agentes que "celebrar a vuestros Santos Patronos es poner bajo su protección vuestras vidas y la de vuestras familias; es poner bajo el estímulo de vuestros Patronos vuestra consagración al cumplimiento del deber, con honestidad y justicia; es poner bajo su custodia vuestra entrega sacrificada y permanente al servicio de la sociedad, aunque no siempre os lo reconozca y premie" y resaltó que "nada de lo que hacemos por el bien de los demás quedará sin recompensa".
Finalmente, Monseñor Vicente Jiménez Zamora recordó que celebrar a los Patronos de la Policía "es tener también un recuerdo emocionado por todos los compañeros y compañeras que, por su profesionalidad, por su sacrificio en el cumplimiento de vuestra misión, son el honor y la gloria de vuestro Cuerpo" y destacó que "muchas veces habéis sufrido en propia carne esa lacra, que es el terrorismo, que atenta contra la ley de Dios, contra la dignidad humana y contra los derechos elementales de la vida y la libertad".
El Obispo concluyó su homilía animando a los miembros de la Policía a sentir "nuestro aprecio y cercanía por vuestro trabajo al servicio del bien común", y el "respeto por vuestra entrega y vuestro espíritu de sacrificio", al tiempo que les animó a "no desfallecer en vuestra tarea, imprescindible para garantizar la dignidad de las personas, su libertad y seguridad, y la convivencia en paz de todos los ciudadanos", resaltó.
