SANTANDER 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Representantes de los trabajadores de B3 Cable de Maliaño (Camargo) se han reunido con miembros del grupo industrial Wilms, en el que se integra Südkabel, preadjudicataria de la fábrica camarguesa.
En ese primer encuentro, que se desarrolló en la jornada de ayer, los portavoces de la plantilla han demandado un calendario de negociaciones para cerrar la compra de la planta y agilizar el proceso. Así se lo han trasladado a los representantes de Wilms, que a su vez les manifestó que no quiere asumir "ningún tipo de riesgo".
En la reunión, que se desarrolló en la propia fábrica, participaron todas las partes implicadas en el proceso, es decir, los administradores concursales, la dirección de B3, y un bufete de abogados de Madrid, además de los representantes de los trabajadores y de Wilms.
El presidente del comité, Miguel Ángel Muñiz, ha explicado a Europa Press, que en el encuentro --en el que estuvieron presentes dos miembros del comité durante media hora-- se abordaron "generalidades" y finalizó "sin concretar nada". Únicamente, ha indicado, aceptaron que sea la mesa de los convenios (compuesta por UGT, CCOO y CSIF) la que se encargue de las negociaciones y se sentaron las bases para establecer un calendario para las mismas.
No obstante, cree que a partir de la próxima semana los contactos serán "muy fluidos". "Ahora va a ir todo muy rápido", ha vaticinado, antes de recalcar que "cuanto primero" se cierre la venta de B3 "mejor". "Nos urge a todos", ha sentenciado, al tiempo que ha recordado que B3 lleva seis meses en concurso.
En este sentido, ha explicado que la fábrica, que está al 10% de su producción y con toda la plantilla en un ERE temporal hasta el 31 de mayo, necesita agilizar el proceso para "no tener al cliente esperando" y que, al final, "se vaya" a otra empresa.
Al hilo de lo anterior, Muñiz ha destacado que esta semana les ha entrado otro pedido, de British Telecom.
La oferta que presentó Südkabel al concurso pasa por el mantenimiento de un centenar de los 223 puestos de trabajo, que se asumirían en dos fases (entre 40 y 60 al arrancar la fábrica y el resto a los seis meses, al iniciar la producción).