Afrontan con "algo de esperanza" la reunión del jueves con Ignacio Diego
SANTANDER, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores de Sniace han pedido al alcalde de Santander y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el 'popular' Iñigo de la Serna, que "use su influencia, en la medida que pueda" para tratar de resolver los problemas "de última hora" de la empresa, como la segregación de las turbinas o la elevación de la chimenea de la planta de Viscocel.
Así se lo han trasladado una decena de representantes de los empleados --integrantes de la Comisión Permanente-- al regidor municipal, en un encuentro celebrado en el Ayuntamiento de la capital este miércoles, después de la marcha que han realizado 250 trabajadores (unos 200 andando y un centenar en tren) de Sniace desde Torrelavega hasta Santander.
Al término de la reunión, que se ha prolongado durante algo más de media hora, el secretario del comité de empresa, Antonio Portilla, ha informado a los periodistas que han explicado a De la Serna la situación en que se encuentran, así como la "preocupación" por la suspensión de la reunión entre el presidente de Sniace, Blas Mezquita, y el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, prevista para ayer martes y en la que se iba a abordar precisamente la segregación de las turbinas.
Y como presidente de la FEMP, le han pedido que "use su influencia" para tratar de solventar alguno de los problemas de Sniace, ante lo que el dirigente del PP, que "en todo momento" ha tenido un "trato correcto" con los trabajadores, se ha mostrado "atento" a las explicaciones y "a disposición" de la plantilla.
Aún así, desde el comité van a esperar a este jueves, 11 de julio, a la reunión con el presidente cántabro, Ignacio Diego, que aguardan con "algo de esperanza" pues "parece" que desde el Ministerio de Medio Ambiente "tienen algo" sobre la chimenea de la planta de Viscocel, cuya elevación iba a estudiar el Gobierno regional, ante el problema ambiental derivado de la concentración de inmisiones de sulfuro de carbono.
El objetivo no es, por tanto, y como han trasladado los trabajadores a De la Serna, solucionar "todos" los problemas de Sniace, sino los de "última hora", es decir, asuntos que han surgido en el último mes, como la segregación de las turbinas o la elevación de la chimenea de Viscocel.
Sobre el primer problema, Portilla ha recordado que está relacionado con el cambio de tarifa para las turbinas, que sólo afectaría a una de las dos, de ahí que se planteara su segregación para poder poner en marcha la planta de Viscocel y retrasar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado, que contempla 364 despidos, el 67% de la plantilla, y sustituirlo por uno nuevo temporal de tres meses, para seguir negociando una salida a la factoría y "arreglar la carta a los Reyes Magos".
Paralelamente, el Gobierno cántabro se comprometió a analizar si aumentando la altura de la chimenea de Viscocel se podría reducir la concentración de inmisiones de sulfuro de carbono y cumplir así los parámetros exigidos por la ley, ya que esta contaminación dio origen a una querella contra directivos y técnicos de la empresa.
Con todo lo anterior, Antonio Portilla ha indicado que "ahora no se trata de arreglar la carta a los Reyes Magos" como, ha añadido, "dice Diego", sino de dos problemas puntuales de Sniace.
Por último, el secretario del comité ha rechazado el "rapapolvos" que, a su juicio, les echó ayer el dirigente 'popular'. Se trata, en su opinión, de una "pataleta" del presidente, a propósito de "algún indicio" por parte de sindicatos para facilitar la reunión de Mezquita con Nadal, extremo que, en cualquier caso, respeta la "interlocución" del presidente.
