Reducir las complicaciones motoras de los pacientes de Parkinson se ha convertido en una prioridad para los neurólogos

Actualizado: lunes, 19 junio 2006 15:33

Especialistas nacionales e internacionales en Neurología se dieron cita en un taller celebrado en Santander este fin de semana

SANTANDER, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las principales complicaciones de la enfermedad de Parkinson (EP) en los pacientes ya diagnosticados y tratados con levodopa son las fluctuaciones motoras y las discinesias, que suelen aparecer varios años después de la instauración del tratamiento farmacológico. Por eso, reducir la probabilidad de desarrollar estas complicaciones se ha convertido en una prioridad para los neurólogos, según se puso de manifiesto en el Encuentro sobre Parkinson que estos neurólogos han celebrado este fin de semana en Santander, con el patrocinio de Novartis Neuroscience.

La Enfermedad de Parkinson afecta a más de 100.000 personas en España y a cuatro millones en todo el mundo. Su impacto sobre la calidad de vida de los pacientes es enorme, ya que se trata de una patología crónica, progresiva e invalidante que, en su estado más avanzado, provoca un notable deterioro en las personas afectadas.

Además, la variabilidad de los síntomas que presenta puede generar dificultades en su detección temprana, ya que el diagnóstico de la EP se continúa haciendo en base al reconocimiento de los síntomas, puesto que todavía no existen pruebas de laboratorio ni de imagen que confirmen la enfermedad. Los síntomas característicos son el temblor de las extremidades, la rigidez e hipertonía muscular y lentitud o dificultad de movimientos.

Sin embargo, y a pesar de que no existe cura para esta patología, los últimos avances farmacológicos permiten una mejoría muy significativa en el control de los síntomas y, por lo tanto, en la calidad de vida de los pacientes.

Así, desde hace más de 40 años la levodopa, sustancia que en el cerebro se transforma en dopamina _cuyo déficit es el causante de la enfermedad_ es el tratamiento sintomático más utilizado y el más eficaz para el manejo terapéutico de la EP. Sin embargo, después de varios años de tratamiento con levodopa, los pacientes suelen experimentar problemas en el control de las alteraciones motores: temblores, rigidez muscular, hipocinesia o problemas de coordinación del movimiento, entre otros. Así, se da el fenómeno de que estos síntomas comienzan a reaparecer antes de la toma de la siguiente dosis del medicamento, lo que recibe el nombre de "deterioro de fin de dosis" o "wearing-off".

La causa de la aparición de estas complicaciones la explicó el doctor José A. Obeso, consultor y profesor de Neurología de la Clínica Universitaria de Navarra, durante el Encuentro de expertos en Neurología: "La levodopa tiene una vida media plasmática de 90 minutos, lo que provoca marcadas oscilaciones en los niveles de dopamina en el cerebro. Precisamente, esa discontinuidad del estímulo dopaminérgico es un factor etiopatológico de singular importancia en el origen de las complicaciones motoras", aseguró el doctor Obeso.

OPTIMIZAR LA TERAPIA PARA CONTROLAR LOS SÍNTOMAS

Por eso, reducir la posibilidad de que aparezcan esas complicaciones, especialmente las fluctuaciones motoras, que afectan a la mayoría de los pacientes, se ha convertido en una prioridad para los neurólogos especialistas en el manejo del Parkinson.

De hecho, los datos epidemiológicos demuestran que se puede reducir el "wearing-off" y conseguir un mejor control de los síntomas mediante la optimización de la terapia farmacológica con levodopa. Así, en opinión de José A. Obeso, "si se utiliza la entacapona junto a la levodopa, es posible estabilizar el aporte dopaminérgico estriatal y reducir la probabilidad de desarrollar complicaciones motoras".

Actualmente los neurólogos disponen de un medicamento, Stalevo, que combina la carbidopa (inhibidor de la dopa-descarboxilasa), la entacapona (inhibidor de la COMT) y la levodopa, en un solo comprimido, lo que permite un suministro de levodopa más continuado y constante al cerebro y una mejoría sintomática significativa del deterioro de fin de dosis.

Además de José A. Obeso, el Encuentro sobre Parkinson contó con la participación de un nutrido grupo de expertos de reconocido prestigio, como el Profesor Warren Olanow, jefe del Servicio de Neurología del Mount Sinai School of Medicine de New York (EEUU); Rosario Luquin, Vicepresidenta 1ª de la Sociedad Española de Neurología (SEN); José Berciano, jefe del Servicio de Neurología del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander; y Elena Lezcano, neuróloga del Hospital de Cruces, de Bilbao.