Saramago dice que "lo importante en el arte es lo que se recupera", porque "nadie empieza de nuevo"

Actualizado: lunes, 10 julio 2006 18:25

El Premio Nobel y el consejero de Cultura inauguran un curso sobre beatos y bibliófilos en Potes

POTES, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

El escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago consideró hoy, en la inauguración de un curso sobre beatos y bibliófilos, que "lo importante en el arte es lo que se recupera", aunque las sucesivas 'revoluciones artísticas', como el surrealismo o el dadaísmo, hayan pretendido eliminar todo lo que se había hecho antes y "quemar y cerrar" museos para empezar de nuevo.

"Pero el problema es que nadie empieza de nuevo, no somos más que un paso en una secuencia de seres que han estado dentro de nosotros", añadió Saramago, quien hizo un paralelismo entre esa imposibilidad de comenzar de cero y la de "matar al padre, simbólicamente", al que, en ese caso, habría qe "resucitar rápidamente, porque si no, no nos entenderíamos a nosotros mismos", dijo.

El autor de 'La caverna' hizo estas reflexiones en Potes, donde participa en el curso de la Universidad Internacional Ménendez Pelayo (UIMP) 'El jubileo del aprendizaje: Beatos y bibliófilos en la pedagogía de la imagen', que inauguró esta mañana junto al consejero de Cultura del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier López Marcano.

Saramago, que esta tarde pronuncia una conferencia, llegó a esta conclusión después de afirmar que lo audiovisual, uno de los temas centrales del curso, "no es un invento moderno", sino algo "tan viejo como el mundo o, al menos, como el mundo cristiano".

Una afirmación que apoyó en el hecho de que las catedrales eran "un espacio audiovisual" en el que se mezclaban el canto, la música, las vidrieras, las imágenes de los santos y las palabras de los curas o de los obispos, convirtiéndose así en "uno de los espectáculos más perfectos" para suscitar en los creyentes "emociones de todo tipo" y no muy diferentes a las de un concierto de rock, incluida "la histeria".

El escritor portugués enlazó esta idea con la pasión que despiertan las ediciones facsimilares de obras como el Beato de Liébana, como se conoce a los comentarios al apocalipsis que escribió el monje del mismo nombre en el siglo VIII y al que, según dijo, en su época fue como aquella mariposa de la metáfora que aletea en Japón y causa un terremoto en San Francisco.

Según Saramago, en las imágenes y los textos del Beato está "todo", aunque tengamos problemas para descifrar unas y otros, ya que "tienen su propio lenguaje", dijo.

"ALDABONAZO A LA CONCIENCIA HISTORICA"

Por su parte, el consejero de Cultura se refirió al Año Santo Lebaniego y confió en que esta celebración sea para todos los cántabros "un canal para dar una especie de aldabonazo a nuestra conciencia histórica dormida".

Para López Marcano, este evento puede servir para "reivindicar" un momento histórico y hechos que "nos hagan encontrar un lugar en la historia, sin creernos nada privilegiados, ni única referencia", ni tampoco "caer en el absurdo ombliguismo". "Pero lo que no contribuyamos a hacer universal, no llegará a ser universal", dijo.

El consejero también destacó los "esfuerzos de unos y otros" que han sido necesarios para poner en marcha el Centro de Estudios Lebaniegos, donde se celebra el curso, cuya creación ha tenido, en su opinión, "mucho de aventura y algo de sueño". Un Centro que, según dijo, pretende ser "un dinamo que active los entusiasmos", a través de un programa de actividades que convierta el Año Lebaniego "en un hecho cultural sin precedentes".

Destacó también que este Centro ha sentado precedente, ya que por primera vez la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ha organizado un curso fuera de la sede de La Magdalena, en Santander. Tras repasar las numerosas actividades programadas con motivo de esta celebración, López Marcano subrayó que la previsión es que acudan a Cantabria dos millones de turistas atraidos por este reclamo.

El consejero, que hizo un exhausitivo repaso de la historia del monasterio de Santo Toribio, también tuvo palabras de agradecimiento para el editor Manuel Moleiro, que ha publicado numerosos facsímiles de Beatos y comentarios sobre esta obra, por su contribución a "que se nos conozca en el mundo" a través de la figura del Beato de Liébana.