Los sindicatos ganaderos se concentrarán ante el Gobierno cántabro en demanda de ayudas frente a su "agónica situación"

Actualizado: viernes, 26 junio 2009 15:14

Dicen que la leche se paga al precio de los años 80 y reclaman para la industria los mismos controles de calidad que al ganadero

SANTANDER, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las organizaciones agrarias Ugam-Coag, Asaja, UPA y Aigas han convocado una concentración para el próximo 9 de julio frente a la sede del Gobierno regional con el fin de reclamar a la administración autonómica ayudas para paliar la situación "agónica y dramática" que atraviesa el sector ganadero, tanto el de carne como el de leche.

Las cuatro organizaciones anunciaron hoy la movilización en una rueda de prensa conjunta en la que explicaron que llevan cuatro semanas esperando que el Consejo de Gobierno apruebe ayudas para el sector sin que eso se produzca.

Según explicaron la ganadería atraviesa una situación complicada, "más acusada" en el caso de la ganadería de leche, porque los precios se sitúan en torno a 24 ó 26 céntimos el litro de leche, "más o menos los precios de los años 80", y "por debajo" de los costes de producción. Después de "al menos cuatro meses" en esta situación, los productores "no dan más de sí, no aguantan".

En la ganadería de carne el precio del kilo "ha vuelto a caer" y se encuentra en torno a 3 euros, mientras el precio de los piensos ha subido, con lo cual, no es "viable" la producción. Con esta situación, piden "medidas inmediatas" al Gobierno regional porque, de lo contrario, el sector ganadero "en poco tiempo desaparecerá", señaló Raúl Guillarón, de Asaja.

Por ello, la concentración del día 9, que cuenta también con el apoyo de las cooperativas, pretende ser una forma de decir al Gobierno 'basta ya' y de subrayar que necesitan el apoyo de la administración, la aprobación de ayudas y reorientar toda la actividad productiva para dar salida a la producción porque, de lo contrario, si la situación continúa igual, "supondrá la desaparición de la ganadería de leche en Cantabria", agregó.

El representante de UPA-Cantabria, Francisco Gutiérrez, recordó que ya han pedido al consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, que se aprueben ayudas para el sector, pero no saben "qué dificultades" está encontrando porque llevan esperándolas "como agua de mayo" desde hace cuatro reuniones del Consejo de Gobierno y no se han aprobado, pero en cambio, criticó, "ya hay ayudas para quien quiera comprar un Maserati".

Ante esta situación han decidido "hacerse ver" ante el Consejo de Gobierno. "No nos va a quedar más remedio que hacer que sientan nuestro aliento en la nuca y espabilen", apostilló Gutiérrez, quien hizo un llamamiento a la "responsabilidad" de los políticos.

IMPRESCINDIBLE CONTROL DEL MERCADO

Desde Ugam, Gaspar Anabitarte resaltó que las dificultades que atraviesa el sector se inscriben en una situación "general" en toda Europa y "responden" a las distintas reformas de la política agrícola común, por lo cual, opinó que el Gobierno español "tiene que defender un cambio" en esa política.

Criticó que la "última versión" de la política agrícola, el chequeo médico", ha "sumergido al sector lácteo en el más absoluto liberalismo", y frente a ello consideró "imprescindible mantener algún tipo de control" sobre la producción porque de lo contrario el mercado se "desboca" y queda "en manos de los especuladores".

Según dijo, con esa liberalización se pretende que los ganaderos negocien "a cara descubierta, de uno en uno" con las industrias, pero "es imposible que un ganadero solo haga nada" y se requiere una negociación colectiva como en otros sectores, que sin embargo les impide la normativa europea.

CONTROLES DE CALIDAD A LA INDUSTRIA

Junto a esto, el sector también reclama que los controles de calidad se extiendan también a las industrias lácteas, al producto acabado, "para evitar fraudes, para evitar competencia desleal y para garantizar la calidad al consumidor".

En la actualidad, "la trazabilidad termina prácticamente en la explotación ganadera", ya que mientras los ganaderos están "archicontrolados" con entre 150 y 200 controles al año, desde que la leche entra en la industria "se desconoce lo que ocurre", lamentó Anabitarte.

"Tenemos fundadas sospechas de que no todo lo que se vende bajo el nombre de leche es estrictamente leche", agregó en este sentido el representante de UPA, Francisco Gutiérrez. Por ello, aunque se está planteando un borrador para el control de los productos que llegan de fuera y los de la propia industria láctea española, reclamó que los controles se vayan implantando ya, algo que, según dijo, apoya el propio Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.