Tribunales.- El Juzgado deberá pronunciarse sobre el ingreso en prisión de un hombre que alega una grave enfermedad

Actualizado: martes, 30 septiembre 2008 17:02

Está condenado a cuatro años y nueve meses de cárcel por robo continuado y obstrucción a la justicia

SANTANDER, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número Dos de Santander deberá pronunciarse sobre en recurso de reforma planteado por un hombre sobre el que pesa una sentencia de ingreso en prisión y que ha alegado padecer una grave enfermedad. En tanto dicho recurso no se resuelva, el acusado, Miguel Ángel Prieto Prieto, no tiene que ingresar en prisión, según ha precisado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en un comunicado.

El TSJC ha explicado la situación procesal en que se encuentra Prieto ante las informaciones aparecidas acerca del cumplimiento de la pena de cuatro años y nueve meses de prisión que dicho juzgado le impuso por los delitos de robo continuado y obstrucción a la justicia. Además, por este último delito fue condenado a multa de 5.400 euros y a otra de 225 por una falta de amenazas.

La sentencia declaró probado que el acusado, junto con otro hombre y tres menores de edad, robó en el año 2002 en un vehículo aparcado y a continuación causó daños de consideración en algunas instalaciones del campo de golf de Abra del Pas, en Mogro, donde empotraron una excavadora contra varias dependencias.

Prieto fue condenado el 27 de julio de 2007 por el Juzgado de lo Penal y en abril de 2008 la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria rechazó el recurso de apelación que presentó, por lo que la sentencia adquirió firmeza.

El 1 de septiembre de 2008 el Juzgado de lo Penal número Dos de Santander -encargado de la ejecución de la sentencia- denegó los beneficios de la suspensión de la pena en un auto en el que señalaba que no concurrían los requisitos previstos en el Código Penal para este fin, ya que la condena supera los dos años de cárcel y además existe reincidencia.

Siete días después el representante legal de Miguel Ángel Prieto solicitó recurso de reforma contra el citado auto, es decir, pidió al juez que reconsidere su decisión, para lo cual aportó informes médicos sobre el estado de salud del condenado.

El juez a su vez dio traslado del recurso de reforma al Ministerio Fiscal que consideró el 9 de septiembre que los padecimientos de Prieto "no le incapacitan para realizar una vida normal y, por lo tanto, en los mismos no concurre el espíritu enfermedad muy grave con padecimientos incurables" que la norma dispone en el apartado 4 del artículo 80 del Código Penal.

Dicho artículo dispone que los jueces y tribunales "podrán otorgar la suspensión de cualquier pena impuesta sin sujeción a requisito alguno en el caso de que el penado esté aquejado de una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, salvo que en el momento de la comisión del delito tuviera ya otra pena suspendida por el mismo motivo".

Dos días después el juez acordó remitir los informes médicos al Instituto de Medicina Legal de Cantabria con el fin de que los forenses informen "sobre el alcance de las patologías que afectan al condenado y si éstas tienen el carácter de muy grave, con padecimientos incurables" a que hace referencia el Código Penal. Por tanto, según el TSJC, actualmente está tramitándose el recurso de reforma y en tanto no sea resuelto por el Juzgado de lo Penal, el condenado no tiene que ingresar en prisión.

HECHOS PROBADOS

La sentencia consideró probado que la noche del 29 al 30 de abril de 2002 el acusado y sus acompañantes rompieron la puerta de un coche estacionado en el polideportivo La Habana Vieja de Torrelavega y se apropiaron de la documentación, unos prismáticos, una navaja y varias cintas de cassete, intentando llevarse el radiocassete, sin conseguirlo, y causando daños valorados en 116 euros.

A continuación, a bordo de un vehículo propiedad de Prieto, se trasladaron al campo de golf Abra de Pas y empotraron una excavadora contra una maquina de refrescos, causando daños valorados en 1.262 euros y apropiándose de 75 euros del cajetín. Después, empotraron de nuevo la excavadora contra el recinto en el que se deposita el material deportivo, de donde cogieron diverso material por valor de más de 4.600 euros, y contra las oficinas.

Al intentar entrar en la cafetería, fueron sorprendidos por el guardia de seguridad, por lo que abandonaron el lugar y se fueron a la estación de servicio de Gornazo, en la A-67, a dónde acudió la Guardia civil tras ser avisada por una empleada de la gasolinera, a la que el acusado amenazó e insultó.