SANTANDER, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil de Cantabria llevaron a cabo un total de 1.246 controles de alcoholemia durante Nochevieja y Año Nuevo, de los cuales, 23 dieron resultado positivo, lo que supone un 1,8 por ciento del total. A su vez, entre estos, cuatro conductores superaron la tasa de 0,60 por lo que fueron detenidos y pasaron a disposición judicial.
Los agentes de la Guardia Civil, con la colaboración del personal del Ministerio de Fomento, llevaron a cabo un amplio dispositivo de control de la alcoholemia desde la tarde del día 31 hasta bien entrada la tarde del día de Año Nuevo tanto en autovías como en carreteras regionales y locales, especialmente en las zonas más transitadas esa noche como son las de acceso a núcleos urbanos como Santander y Torrelavega.
Según destacó la Delegación del Gobierno en un comunicado, la Jefatura provincial de Tráfico en colaboración con la Guardia Civil llevó a cabo esta campaña con el fin de concienciar a los conductores sobre los efectos del consumo de alcohol. Y es que, el alcohol en la conducción es un factor de riesgo que provoca casi el 30 por ciento de las víctimas mortales por accidentes de tráfico.
Los responsables de Tráfico en Cantabria recordaron que "hay muchos momentos en los que el consumo de alcohol está incorporado a las relaciones sociales y eso se multiplica en las fiestas de fin de año". Por eso creen "necesario que toda la sociedad se implique en la responsabilidad de que nadie conduzca después de haber bebido, porque por poco alcohol que se consuma la capacidad al volante se ve afectada".
