Saénz de Buruaga a Gorostiaga: "Poner orden en el caos no es recortar"
SANTANDER, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Saénz de Buruaga, ha garantizado este lunes en el Pleno del Parlamento, que la reforma de la Renta Social Básica que el Gobierno está "ultimando", no conllevará una disminución del número de beneficiarios de esta prestación ni su cuantía. Asimismo, ha subrayado que "para ser eficientes no hace falta recortar prestaciones, pero sí ordenar lo que no funciona".
"Poner orden en el caos no es recortar", subrayó Sáenz de Buruaga en respuesta a la exvicepresidenta y exconsejera de Bienestar Social, la socialista Dolores Gorostiaga, quien advirtió que "ahora se le llama ordenar las cosas a lo que esconde un recorte puro y duro" y cuestionó la transparencia del Gobierno del PP. Lo hizo después de preguntar a la consejera por la modificación de la normativa reguladora de la Renta Social Básica y la reordenación de la ayuda a domicilio que el Gobierno anunció semanas atrás en el marco del Plan de Sostenibilidad de los Recursos Públicos.
Sáenz de Buruaga replicó que el Gobierno anterior (PRC-PSOE) "incrementó el copago" en el sector de la dependencia mientras el PP "reduce el margen de beneficio a las empresas". Según dijo, el objetivo del Gobierno es que "ni una sola persona" que necesite la Renta Social Básica se vea privada de ella. El objetivo "no es el ahorro", aseguró, sino garantizar la prestación a los que la necesitan y "recuperar su finalidad originaria", de forma que vuelva a ser "lo que hoy no es", un instrumento de inclusión social.
Añadió que la reforma se centrará en la "buena gestión" y en una mayor coordinación con los Servicios Sociales de Atención Primaria para "evitar fraudes y solapamientos". Asimismo, garantizó el "respeto absoluto" a los derechos adquiridos, de forma que "ni un solo beneficiario va a dejar de serlo" ni va a ver aminorada su cuantía. Será, dijo, una reforma "garantista y responsable" que obedecerá al "clamor" de quienes trabajan en este ámbito.
Sobre la ayuda a domicilio, explicó que se trata de adecuar el servicio a las necesidades de los beneficiarios, cumpliendo con la intensidad en la atención establecida a nivel nacional, y ofreciendo una prestación "más racional y personalizada, sin merma de calidad pero eliminando negligencias" que, según afirmó, son fruto de un concurso "no suficientemente planificado ni estudiado".
En este sentido, destacó que una buena planificación horaria permitirá no sólo mantener el número de beneficiarios, más de 1.330 en la actualidad, sino seguir incorporando a nuevos dependientes en el futuro.
