CIUDAD REAL, 9 Nov. (EUROPA PRESS)
El Instituto de la Vid y del Vino de Castilla-La Mancha (IVICAM) acogió hoy la celebración de una jornada informativa sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la fabricación de tapones de corcho, dirigida a los profesionales del sector vitivinícola de la región.
Durante esta jornada, que contó con la colaboración de la empresa J. Vigas, S.A. y en la que participaron 15 profesionales, fabricantes de tapones de corcho compartieron con los embotelladores castellano-manchegos sus inquietudes por hacer llegar al consumidor, en perfecto estado, los excelentes productos derivados de la uva.
La apertura de la jornada corrió a cargo del director del IVICAM, Alipio Lara, quien destacó que "la calidad del corcho asegura la estabilidad del vino".
Ya en la antigüedad, el corcho se reveló como uno de los productos que mejor contribuye a la conservación de los vinos. La mejora continuada de la calidad e imagen en la producción vitivinícola exige al enólogo el cuidado de todos los procesos, así como la inversión en productos externos cualificados, con el fin de que el producto final llegue intacto al consumidor.
El corcho es un producto vegetal extraído de la corteza del alcornoque, cuya producción en España está situada en los extremos oriental y suroeste. Desde estos puntos, y después de su manufacturación, el corcho llega a zonas como Castilla-La Mancha, donde la producción de vinos de calidad hace necesario su uso para cubrir las necesidades de conservación y presentación.
El vino embotellado tiene una única salida, que se concentra en el corcho. De ahí la importancia de un corcho de buena calidad y adecuado al envase, que impida que salga líquido o entre aire, lo que provocaría el pudrimiento del corcho o la oxidación del vino, ambos casos indeseables para un vino óptimo para el consumo, informó la Junta.
Por ello, el corcho debe, además, pasar los controles pertinentes y los aleatorios, que verifiquen la correcta calidad del mismo y garanticen la estanqueidad del líquido y la estabilidad del vino; en definitiva, su óptima conservación y la perfección de sus cualidades de olor y sabor.
El IVICAM contribuye así, con una jornada técnica más, a buscar la excelencia en la calidad de los vinos de Castilla-La Mancha.