CUENCA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Cuenca aprobó hoy sus presupuestos municipales gracias a la mayoría del Partido Popular y con los votos en contra del Grupo Mixto-Izquierda Unida, y de los once concejales del PSOE. El Grupo Municipal Socialista se convierte así en el primero de Castilla-La Mancha que no sigue las directrices del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, de abstenerse para facilitar la tramitación de los presupuestos en todos los Ayuntamientos gobernados por otros partidos.
El punto central de la sesión plenaria salió adelante pese a los doce votos en contra de la oposición. 75 millones de euros de los que más de 21 se dedican a inversiones, y que según el equipo de Gobierno, son "austeros" en estos tiempos de crisis y por tanto contienen el gasto corriente.
Sin embargo, entre los argumentos defendidos por el Grupo Socialista para votar en contra de los presupuestos está lo que consideran un endeudamiento excesivo de las arcas municipales, aunque el concejal de Hacienda, Javier Ruiz, replicó que la inversión es necesaria en estos tiempos "porque los conquenses no entenderían que nos quedásemos parados y no hiciéramos inversiones".
Para la portavoz socialista, Inmaculada Cruz, los presupuestos son "frágiles" y dejan al Ayuntamiento sin posibilidades de reaccionar ante ninguna emergencia. La portavoz socialista también recriminó al equipo de Gobierno la falta de convenios con otras administraciones, de lo que el Grupo Popular se defiende argumentando que ellos están deseando firmar esos convenios.
Asimismo, Cruz considera que los presupuestos son "expansivos de forma ficticia, que dejan al Ayuntamiento endeudado de forma feroz y con un aumento de los gastos financieros", entre otros aspectos, y añadió que "nos es imposible dar cumplimiento a lo que se nos aconseja desde nuestro partido: facilitar con nuestra abstención la tramitación de presupuestos en los ayuntamientos en que no gobernamos. Nuestro voto aquí no es decisivo y no podemos hacer cómplices a los conquenses a quienes representamos de estos presupuestos, que son como el cuento de la lechera", dijo.
También se opuso el Grupo Mixto-Izquierda Unida, porque su única concejal en el consistorio, Ana Cruz, considera que son "continuistas, no son austeros" y echó en falta una maniobra seria para sanear las cuentas municipales.
PRIVATIZACIÓN
El protagonismo en el Salón de Plenos fue en la sesión de enero también para el expediente de privatización del servicio de Aguas. Una treintena de personas, entre las que se repartían los detractores y partidarios de este proceso, estuvieron presentes buena parte de las sesión, con carteles y pancartas, hasta que se debatieron las dos mociones para paralizar el expediente de privatización, presentadas por Grupo socialista y Grupo Mixto-Izquierda Unida y que finalmente fueron rechazadas.
El equipo de Gobierno mantuvo su postura afirmando que "no se trata de una privatización del agua; nadie va a vender el agua de los conquenses, porque eso no se puede hacer. Se trata de una externalización de la gestión", apuntó la portavoz del equipo de Gobierno María Ángeles García.
Por su parte, Ana Cruz recordó la reunión con el alcalde, Francisco Pulido, el pasado mes de octubre en la que este se comprometió a no privatizar el agua.
El primer edil le replicó que "los matices de la pregunta son importantes, y usted me preguntó si íbamos a privatizar el agua. Yo fui tajante porque sé que el agua no se puede privatizar". Una respuesta que según Cruz "es pueril y demuestra la catadura moral del alcalde".
Por su parte concejal socialista Ramón Pérez Tornero aseguró que "no entendemos por qué el equipo de gobierno quiere privatizar un servicio que funciona bien, cuya calidad es modélica, fuera de la codicia del equipo de gobierno, que necesita recaudar dinero lo antes posible". Pérez Tornero calificó la privatización como "una traición a los ciudadanos, ya que no iba en su programa electoral, se lo han sacado de la manga y si lo llegan a anunciar en su momento, lo mismo ahora no estaban gobernando".
Por su parte, García le preguntó si el gobierno socialista de las pasadas legislatura "hicieron negocio con las arcas públicas. ¿Fue así en el caso del servicio de limpieza, o del cementerio?". La portavoz del equipo de gobierno afirmó que "el único motivo para privatizar es mejorar la calidad del agua".