TOLEDO 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Junta, José María Barreda, aseguró hoy a los agricultores y ganaderos de UPA Castilla-La Mancha, cuyo IV Congreso Regional se celebró en Toledo para renovar sus órganos de dirección, que será su "aliado" cuando haya que "hacer fuerza o presionar" en Madrid o Bruselas en defensa de sus intereses.
Ante cientos de agricultores y ganaderos de la región, Barreda prometió que hará "todo lo esté en su mano" dentro de sus competencias, y en "consenso" con las organizaciones agrarias, para mejorar la situación del campo. "Me tendréis de aliado cuando haya que hacer fuerza o presión en Madrid o en Bruselas", subrayó.
En este sentido, aseguró que comparte sus reivindicaciones y comprende su situación. "Me comprometo a que trabajemos juntos para ver como podemos ir mejorando la situación del campo", subrayó el presidente de la Junta, quien apuntó que la "identidad" de Castilla-La Mancha "no se entiende sin la viña o el olivo".
"El campo es un patrimonio que tenemos que cuidar, pensando además en los trabajadores, que son quienes dan valor a los productos", afirmó Barreda, para quien además "no se puede pedir menos que vivir del trabajo de uno". Es más, a su juicio, lo contrario es "insostenible" e implicaría la desaparición del mundo rural.
"No quiero una Castilla-La Mancha desértica. Quiero una Castilla-La Mancha rica y próspera, algo que no es posible sin una agricultura rica y próspera", subrayó el presidente del Gobierno regional, quien elogió la labor de los agricultores y su importancia para mantener la vida en los pueblos, la tradición y la cultura.
En este sentido, reparó en la importancia del agua y de que Castilla-La Mancha tenga en el futuro "prioridad" sobre las cuencas que transcurren por su territorio. "Queremos un uso prioritario de las cuencas que pasan por nuestro territorio, es lógico, y lo queremos hacer sin ningún tipo de enfrentamiento", afirmó.
Así, se refirió a la reunión de la ponencia encargada del Estatuto de Autonomía en la Comisión Constitucional que se reúne mañana en el Congreso de los Diputados. "Espero que sea el principio del fin tras dos años de espera. No estamos contra nadie, sino a favor de los intereses de Castilla-La Mancha, que tienen que ser compatibles con los intereses generales y de España", afirmó.
En este contexto, se preguntó por qué tiene que aplicarse una "vara de medir" distinta sobre el uso del agua en Castilla-La Mancha frente a otros lugares y aprovechó su intervención para dejar en el aire una "reflexión" sobre si el desarrollo en el que se basan "las regiones" es sostenible o no.
Y para cerrar su discurso señaló: "Se abre una nueva esperanza para UPA, esperanza en un nuevo periodo que tiene que ser fructífero, reivindicativo, luchador, y exigente", dijo mostrándose convencido de que "un tejido social fuerte y organizado" es síntoma de una "sociedad moderna y madura".