TOLEDO, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseveró hoy que la futura Ley de Transparencia y Buen Gobierno, que anunció durante su intervención en el Debate sobre el Estado de la Región, tal vez a algunos "les parezca una exageración", pero no lo es ya que "todo lo que redunde en la transparencia y el control es bueno para la democracia".
Barreda señaló que esta norma permitirá mejorar el acceso a la información y las fórmulas de participación ciudadana en la toma de decisiones, además de introducir dispositivos que garanticen la objetividad y avanzar en las buenas prácticas de la administración. "En Castilla-La Mancha estamos a la vanguardia de estas prácticas, se trata de dar un salto hacia adelante en esta teoría de los bolsillos de cristal", justificó.
Como introducción al anuncio de esta nueva ley, destacó que "decir la verdad es importante" y aludió, por ello, a las "acusaciones graves no probadas en agosto" --de la presidenta regional del PP y secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, a la que Barreda no citó como autora de las mismas-- y al editorial que un periódico nacional le dedicó afirmando que "un partido que quiere gobernar no puede hacer política con chascarrillos y cotilleos de barra de bar".
"Así no se genera confianza, para que la haya se ha de decir la verdad", remarcó José María Barreda, quien manifestó que el cumplimiento de los pactos y la palabra dada "es una norma de comportamiento con la que nos hemos granjeado la confianza de la sociedad" en Castilla-La Mancha, seguro de que "la confianza es un ingrediente fundamental de la virtud cívica que es imprescindible en la democracia".
SIN FÓRMULAS MÁGICAS
Como colofón a sus casi dos horas de intervención, Barreda volvió a insistir en que para salir de la crisis "no hay fórmulas mágicas" y que aunque la capacidad de respuesta es limitada "tenemos la obligación de ofrecerla" y para ello "esforzarnos mucho para promover y facilitar iniciativas innovadoras", pero "mientras hacemos todo esto, no queremos que nadie se quede en el camino destruido y derrotado".
Tras enumerar las diez leyes anunciadas en su discurso y los hasta 49 nuevos instrumentos de planificación y medidas de apoyo a empresas, familias y municipios desgranadas, el presidente regional aseguró que los castellano-manchegos saldrán de la crisis "más fuertes, más ágiles, mejor preparados para afrontar el futuro", dejando en el aire, antes de dejar la tribuna, una pregunta: "¿Qué podrá impedir a una región fuerte y segura de sí misma conquistar el futuro?".