GUADALAJARA, 18 May. (EUROPA PRESS)
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró hoy en Guadalajara en relación a la aprobación de un posible trasvase para riego desde la cabecera del Tajo, que en un Estado de derecho, "como en el que estamos, hay que aceptar las leyes y modificar las que nos perjudican".
En este sentido, Barreda afirmó a preguntas de los medios que lo que desde el Gobierno regional se plantea es "coger el toro por los cuernos y modificar la ley y la composición de los órganos de gestión del agua, pues hay trasvases porque Castilla-La Mancha no es determinante en estos órganos".
El presidente regional aludió a la Comisión Nacional de explotación del Trasvase Tajo-Segura, que en su opinión debería denominarse 'Comisión de explotación del Tajo', y dijo que lo que es inaceptable es que la cuenca del Segura "tenga más cosas que decir con respecto a los recursos del Tajo que la propia cuenca del río".
De igual forma, Barreda se refirió a que "no se puede consentir" que los representantes de Murcia y sus regantes tengan más voz y voto en el río Tajo que el Gobierno de Castilla-La Mancha y los regantes de la Región.
El jefe del Ejecutivo autonómico aseveró que "esta situación insostenible" sólo obedece a que el trasvase se proyectó en los años 70 en un contexto social y político "que nada tenía que ver con el modelo del Estado de las Autonomías".
Asimismo, Barreda recordó que ya le expresó al presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, en su despacho, que el desarrollo sostenible de Murcia no se puede basar 'sine die' en un recurso "que es escaso, les es lejano y sobre el que Castilla-La Mancha tiene prioridad".
Por este motivo, planteó que Castilla-La Mancha tiene que ejercer prioridad sobre los recursos hídricos que recorren sus territorios porque "la previsión de crecimiento demográfico establece que en breve la región albergará a dos millones de castellano-manchegos que beberán agua del Tajo", afirmó Barreda.
El presidente regional concluyó refiriéndose al refrán que sostiene que 'agua que no has de beber, déjala correr', para asegurar que "Castilla-La Mancha no se puede permitir el lujo de dejar corre el agua porque la necesitamos para beber".
