TOLEDO 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, ha manifestado que en estos momentos se encuentra "concentrado" en su cargo en la Administración regional y no se despista con las posibilidades que se le puedan abrir en su futuro político.
A preguntas de los asistentes durante un desayuno informativo, ha manifestado que esté donde esté, tiene que ser un cargo donde pueda ejercer con "honestidad, rigor y coraje", ya que a su juicio "cuando se está en política tiene que ser por convicción".
"Mi mujer le dijo a Rajoy que no me pusiera en la lista del partido para las elecciones europeas", ha dicho bromeando, señalando que ha tenido la "suerte" de "hacer una larga carrera profesional y política" en la que ha sido concejal, diputado nacional, diputado regional y consejero en la Comunidad de Madrid, además de en Castilla-La mancha.
Para Echániz, su principal "orgullo" a lo largo de su carrera ha sido "trabajar con este equipo de consejeros" del Gobierno autonómico. "Es pequeño, pero con mucha calidad humana, técnica y política, es excepcional y me siento muy confortado porque la relación es mejor que buena y el compañerismo también".
SUSPENSIÓN DE LA EXTERNALIZACIÓN SANITARIA EN MADRID
José Ignacio Echániz se ha referido a la suspensión cautelar del proceso de externalización sanitaria de seis hospitales decidida por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid para esa Comunidad Autónoma relacionándolo con la decisión judicial por la cual el Gobierno regional desistió de reorganizar el horario en 21 puntos de atención continuada en otras tantas localidades castellano-manchegas.
Ante esto, ha dejado claro que "ese proyecto no era parecido" al de Madrid, ya que Castilla-La Mancha "no tiene esa concentración hospitalaria, y el proyecto de aquí venía por tener una población muy dispersa".
Sobre la dimisión de su homólogo madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, a raíz de este conflicto, ha dicho que "pone en evidencia su calidad humana", ya que la externalización "era un proyecto personal que no ha salido bien y ha entendido que lo mejor era no continuar".
Según Echániz, el Alto Tribunal madrileño "no se metió en el fondo de la cuestión, y ante la posibilidad de tener abierta esta cuestión durante años con la incertidumbre que esto crea, el Gobierno de Madrid con inteligencia ha decidido paralizar el proceso".