Investigadores de la UCLM patentan un sistema que permite mantener caliente el agua potable habitualmente desperdiciada

Actualizado: viernes, 26 noviembre 2010 17:43

ALBACETE, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), liderados por el doctor Jesús Villén, han desarrollado y patentado un sistema de ahorro de agua doméstico que permite almacenar el agua fría que se encuentra en la tubería de agua caliente antes de que empiece a funcionar el calentador y que habitualmente se desperdicia.

Concebida por el inventor Said Moukafih, la utilidad de este invento radica en que la cantidad de agua potable que se desperdicia (o que se emplea a una temperatura no deseada) mientras se espera para que llegue el agua caliente al grifo de la ducha, lavabo, bidé, fregadero de la cocina, depende fundamentalmente de la distancia que separa el calentador de agua del grifo y del diámetro de la tubería que hay entre ambos, aunque también varía con el tipo de sistema calentador de agua, puesto que en la mayoría de los calentadores de gas el agua del circuito del calentador también se encuentra fría y el calentador tarda un cierto tiempo en empezar en coger temperatura.

El grifo y la bomba desarrolladas por la UCLM en el Campus de Albacete consigue almacenar el agua que se desperdicia mientras que llega el agua caliente y por tanto, reducir el consumo innecesario, según ha informado la UCLM en nota de prensa.

Entre sus ventajas se encuentra el bajo coste y la fácil instalación, ya que, un fontanero tardaría menos de una hora en llevar a cabo la instalación de todo el sistema, puesto que sólo es necesario colocar una pequeña bomba en las proximidades del calentador y sustituir el grifo por el nuevo.

Por ello, los promotores de esta idea creen que se podría poner en marchar un planteamiento similar al 'plan renove' que promueva el cambio de los grifos actuales por otros más eficientes. Una idea que de ser apoyada por los organismos públicos de protección del medio ambiente en su fabricación y comercialización incentivaría el ahorro tanto energético como de agua.

No obstante, este grupo de investigadores ha señalado que una persona en la región desperdicia (con una media de 5 litros por habitante y día) 10 millones de agua potable que se convierten cada día en aguas residuales.