TOLEDO, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Personal Docente de Centros Públicos no Universitarios de la provincia de Toledo ha manifestado su "más enérgica condena y rechazo" ante las lamentables agresiones sufridas por las compañeras y compañeros del IES 'La Sisla' de Sonseca, al tiempo que ha emplazado a todos los centros a celebrar un minuto de silencio de la comunidad educativa "en solidaridad con los agredidos y en repulsa por este tipo de agresiones".
En un comunicado, este organismo ha denunciado que la agresión del pasado martes en Sonseca se "suma a las precedentes ocasiones en que hemos tenido que lamentar casos similares en otros centros educativos de nuestra provincia".
"Dichas agresiones no deben pasar inadvertidas o ser tomadas como hechos aislados o puntuales, pues todas y cada una de estas acciones necesitan de la respuesta directa de la Administración, de la comunidad educativa y del resto de agente sociales, sobre todo cuando las mismas se cometen contra las y los trabajadores de la enseñanza que desarrollan su labor con la mayor profesionalidad exigible en situaciones cada vez más adversas", han reclamado desde la Junta de Personal Docente.
Dicho esto, han recordado que es la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y en concreto la Consejería de Educación a través de su Servicio de Inspección, "quien está obligada a procurar que el trabajador ejerza el desempeño de su función con la dignidad y la seguridad laboral necesaria".
"Nuestro sistema educativo, nuestros docentes, nuestros alumnos, sus familias y la sociedad en general, no pueden ni deben asistir impasibles ante cualquier tipo de agresión o conducta violenta y deben tomarse las medidas preventivas, educativas, correctoras y de protección a las víctimas incluyendo las acciones legales o penales, que hoy aquí exigimos", han defendido.
Y es que la Junta de Personal Docente cree firmemente que es "el deseo y también el compromiso de todos y todas" erradicar de los centros cualquier tipo de violencia, no solo hacia los docentes, sino también entre cualquier miembro de la comunidad educativa.
Por ello, al margen de las actuaciones estrictamente sindicales que esta junta pueda adoptar, ha emplazado a la Consejería de Educación, docentes, alumnos, madres y padres y a toda la sociedad en general "a sumarse a esta reflexión de condena unánime ante todo tipo de agresiones, situaciones de acoso o violencia de alta, media y baja intensidad en el seno de la comunidad educativa".
De ahí que hayan emplazado a todos los centros a celebrar un minuto de silencio de la comunidad educativa "en solidaridad con los agredidos y en repulsa por este tipo de agresiones".