CIUDAD REAL, 5 Ago. (EUROPA PRESS)
El libanés Ara Malikian actuó anoche en Torralba de Calatrava (Ciudad Real) ante 300 personas, dentro del ciclo "Música en la Ermita II" con Vivaldi y la guerra del Líbano como protagonistas, que dijo sirve para que la música "desvíe el odio de mi débil país".
Malikian enarboló la música como símbolo de esperanza para desviar el odio de este débil país. El intérprete, que obtuvo un gran éxito en el Palacio Real de Madrid o en el Palau de Barcelona hace pocas semanas, demostró una perfecta sincronía con su cuarteto de cuerda y con una sugerente voz de mujer, e hizo ver que la música clásica puede ser divertida y no algo interpretado por un "señor serio con cara de pescado muerto", dijo.
Más de 300 personas, entre ellos varios niños, asistieron al concierto del prestigioso violinista, segundo concierto del ciclo "Música en la Ermita II" de Torralba de Calatrava, que abriera el pasado año Amancio Prada.
La alcaldesa Teresa González presentó al músico que hace un mes inundaba de alegría y buen hacer el Teatro Real y el Palau de Barcelona, y que anoche actuó en esta pequeña población castellano-manchega de apenas 3.000 personas, pero de gran inquietud y sensibilidad cultural.
VIOLINES COMO ARMAS
De Malikian dijo que es uno de los mejores intérpretes del mundo, que ha trabajado en bandas sonoras de películas con Pedro Almodóvar, deseando que "el cariño y el entusiasmo del público castellano-manchego, más el del músico, sirvieran para que las bombas cesaran de caer en el Líbano, de manera que las únicas armas que allí existan sean las de la música, que unen a los pueblos".
Malikian agradeció la presencia del público en un perfecto español, deseando, con cierto escepticismo, que "ojalá la música sirva para desviar el odio, que abandone mi débil país, donde la historia se repite". El violinista, que dejó Líbano hace 22 años, tiene "la misma preocupación de todo el mundo" y espera que la guerra cese.
En su magistral interpretación, el libanés, que invitó a los cientos de espectadores a confiar en la música clásica, hizo comprender las preferencias de Vivaldi en sus Cuatro Estaciones, y como al músico italiano le divertía y alegraba la primavera, pero no le gustaba el calor del verano por su pesadez, era un sufrimiento, informó el Consistorio.
Su simbiosis con el público fue tal que bajó de las tablas para mezclarse con los espectadores, a los que hizo ladrar, mover los pies como si combatieran el frío y hasta los incitó a despertarlo cuando el intérprete hacía como si durmiera representando la siesta estival.
MÁS CONCIERTOS El ciclo Música en la Ermita II continúa el próximo viernes 11 con 'The Little Brass, Quinteto de Metales', formación musical manchega, que ofrece al espectador la posibilidad de disfrutar de las mejores bandas sonoras de la historia del cine, acompañadas de imágenes de las películas para las que fueron compuestas.
El Ayuntamiento de Torralba de Calatrava, que quiere revalorizar los rincones y monumentos en los que lleva a cabo labores de rehabilitación y recuperación, cuenta en esta iniciativa con el patrocinio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.