La lluvia respetó la primera procesión del Corpus Christi de Toledo, en la que se advirtió menor afluencia de público

Actualizado: jueves, 15 junio 2006 16:10

TOLEDO, 15 Jun. (EUROPA PRESS)

La lluvia torrencial que cayó de madrugada en la capital regional respetó finalmente el recorrido de la primera de las procesiones del Corpus Christi de Toledo, en la que se advirtió menor afluencia de público que en años anteriores, especialmente en zonas destacadas de la carrera procesional como la Plaza de Zocodover.

Casi dos horas y media empleó en recorrer las calles del Casco Histórico de Toledo la famosa Custodia de Arfe, desde que --pasadas las 11.00 horas-- salió de la Catedral Primada, a la que regresó, ante ya un mayor número de toledanos, sobre las 13.40 horas, al son de las salvas y los sones de la banda de música de la Academia de Infantería.

Un año más, uno de los momentos más solemnes se produjo frente al Arco de la Sangre, con la tradicional alocución del cardenal arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, acompañado por los obispos auxiliares, Ángel Rubio y Carmelo Borobia, previa a la bendición del Santo Sacramento.

En sus palabras, Cañizares --que presidió su primer Corpus Christi desde que fue nombrado cardenal-- habló del sacramento de la Eucaristía y de la figura de Cristo, "presente y viva" en él, y de la necesidad que tiene el hombre "de encontrar aquello que aliente su existencia por el camino de la verdad".

En este sentido, recordó la primera encíclica del Papa Benedicto XVI, sobre el amor y sus diferentes concepciones, donde el Santo Padre recuerda que en un mundo tan necesitado de amor y con tantos problemas, el amor de Dios es "fundamental para la vida".

El cardenal de Toledo aseveró entonces que el amor de Dios es el único en último término y se preguntó si alguien podría vivir de espaldas a ese amor, ya que es en Dios donde "está el futuro para un hombre que necesita el verdadero amor".

BOMBAS REALES.

La festividad, como viene siendo tradicional, comenzó con el disparo de las Bombas Reales, a las 8.00 horas, y la Misa Pontifical presidida por el propio arzobispo y los dos obispos auxiliares.

La procesión estuvo presidida un año más por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, acompañado por el vicepresidente segundo del Ejecutivo, Emiliano García-Page, y la consejera de Economía y Hacienda, María Luisa Araújo. El presidente de las Cortes, Fernando López Carrasco, encabezó la representación parlamentaria.

Tras ellos desfilaron el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano; el jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha, Pedro Rojo; el subdelegado del Gobierno en Toledo, Javier Corrochano; el presidente de la Audiencia Provincial, Manuel Gutiérrez Sánchez-Caro y el Fiscal Jefe, José Javier Polo.

El alcalde, José Manuel Molina, encabezó la representación de la Corporación municipal; después de la cual desfilaron representantes de la Diputación de Toledo, con el presidente, José Manuel Tofiño, a la cabeza; junto a miembros del Policía nacional, la Guardia Civil y la Universidad de Castilla-La Mancha, como la vicerrectora del Campus, Evangelina Aranda.

Sin incidentes reseñables transcurrió esta primera procesión del jueves, que la lluvia de la pasada madrugada no deslució, aunque sí obligara a retirar algunos de los adornos del recorrido procesional y los tapices del siglo XVII que recubren las paredes de la Catedral.

Desde los balcones de la Delegación del Gobierno, funcionarios, trabajadores y medios de comunicación siguieron el desfile procesional, junto a la diputada nacional del PSOE, Clementina Díez de Baldeón y la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal.