Miles de personas participan en una procesión de 'Las Turbas' desarrollada sin incidencias

Actualizado: viernes, 14 abril 2017 14:27

CUENCA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

Varios miles de personas han asistido en la madrugada de este Viernes Santo a la procesión Camino del Calvario de Cuenca, popularmente conocida como 'Las Turbas' y que en esta edición se ha desarrollado sin incidencias de gravedad reseñables, según ha explicado el alcalde de Cuenca, Ángel Mariscal.

En declaraciones a los medios de comunicación durante el descanso del desfile en la Plaza Mayor, Mariscal ha precisado que la procesión se ha saldado con doce intervenciones sanitarias por parte de Protección Civil, cinco como consecuencia de intoxicaciones etílicas y el resto por fracturas, siendo la más grave una rotura de tibia y peroné y, junto a ella, heridas y contusiones, síncopes y una convulsión.

La Policía Local ha registrado seis intervenciones, datos que, a juicio del regidor, contrastan con los de años anteriores, en los que se producía una media de en torno a 50 o 60, por lo que ha considerado "excelente" el balance en materia de seguridad, con un dispositivo que, ha dicho, "ha funcionado muy bien".

Asimismo, se ha mostrado "contento" por la gran participación en todos los desfiles procesionales a lo largo de esta Semana Santa, así como por el grado de ocupación hotelera, que rozaba el cien por cien a comienzo de semana por lo que espera que se batan "cifras de récord".

Por su parte, el presidente de la Junta de Cofradías de Cuenca, Jorge Sánchez Albendea, ha puesto el acento en la mayor participación de nazarenos este año con respecto a los anteriores, hasta el punto de que, según él, "era impensable ver las filas como iban este viernes".

Sánchez Albendea ha puesto en valor, asimismo, la "participación y devoción" con que se está recuperando el rito de las turbas, cuyos integrantes, 2.661 turbos acreditados este año, son los encargados de dar colorido y sonido a esta celebración al son de sus destemplados clarines y roncos tambores, que tocan en memoria de la burla de la que fue objeto Jesús cuando iba camino del Calvario.

LLAMADA A EL SALVADOR

El cronista oficial de Cuenca, Miguel Romero, turbo de honor 2017, ha sido el encargado de llamar a las puertas de la iglesia parroquial de El Salvador, que abrían dos mujeres a las 5.30 horas en punto y por primera vez en la historia de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

En los aledaños, varios miles de personas llevaban ya más de hora y media esperando el momento en que, custodiado por la guardia pretoriana de la Pasión Viviente de Tarancón, el Nazareno cruzase el dintel del templo para recibirle al son del clarín y el tambor y al grito de ¡Judío, a la cruz!, o ¡Que lo bailen!

De esta forma comenzaba un recorrido procesional de más de siete horas en el que han seguido al Nazareno el misterio de Jesús Caído y La Verónica; el titular de la Venerable Hermandad de San Juan Apóstol Evangelista, acompañado por la Asociación Musical 'La Concepción', de Horcajo De Santiago; El Encuentro de Jesús con María y la titular de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad de San Agustín, seguida de La Juvenil Filarmónica de Villamayor de Santiago y que ha protagonizado uno de los momentos "más emotivos" cuando ha sido homenajeada a golpe de martillo sobre yunque por los herreros de la Puerta de Valencia.

La entrada del Jesús a la Plaza Mayor ha tenido lugar a las 9.10 horas, de las más tempranas que se recuerdan, a pesar de que a los banceros, tras "bailar" a la talla debajo de los arcos del Ayuntamiento, les ha costado abrirse paso entre el gentío, que ha continuado increpando a la imagen hasta la entrada en la Plaza de la Soledad, en que se ha hecho de nuevo el silencio.

CANTO DEL MISERERE

Ya de regreso, el cortejo ha asistido al canto del Miserere a las sagradas imágenes a la altura del oratorio de San Felipe Neri, en contraste con el canto del Stabat Mater a la Soledad, ante el que tambores y clarines han callado para que, "dos segundos antes de terminar, la turba rompa de nuevo a tocar con gran estruendo", según detalla Antonio Garrote, representante del Grupo Turbas, que también ha destacado como momento "más especial" el paso ante la escultura de la turba, cuando todos los clarines se unen para dedicar una clariná al Jesús.

Sobre las 12.40 horas el también conocido como Jesús de las Seis regresaba a su templo al ritmo de una palillá, mientras que el San Juan hacía lo propio bailando y arropado por una enorme clariná de despedida que contrastaba con el silencio y el repicar de campanas para despedir a la Soledad.