Tribunales.- Absueltos los dos hermanos rumanos acusados de matar a un ciudadano ucraniano en Tomelloso (Ciudad Real)

Actualizado: viernes, 15 febrero 2008 18:36

CIUDAD REAL, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

Los dos hermanos rumanos, Aurel e Ionita Prescura, acusados de matar de una paliza a un ciudadano ucraniano, Kostyantyn Pezga, en Tomelloso (Ciudad Real) el 9 de septiembre de 2006 han sido absueltos de este crimen al no existir ninguna prueba objetiva, ni tan siquiera induciaria, que les relacione con este hecho.

Así se hace constar en la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real dada a conocer hoy, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, en la que también se ordena la inmediata puesta en libertad de los dos hombres.

En la resolución judicial, por otro lado, tampoco se toma en consideración el relato de los hechos del principal testigo de cargo, Iancu Voinea, que también recibió una agresión que le dejó malherido esa misma noche.

Durante la vista oral, Iancu Voinea no se presentó, leyéndose la declaración de su versión sobre lo acontecido ante la Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción, manifestaciones a las que el tribunal quita validez, entendiendo que deberían haber sido contrastadas o corroboradas con su asistencia al juicio.

También se señala que las declaraciones de Iancu ante la Guardia Civil y Juzgado de Instrucción se llevaron a cabo sin la presencia de las dos abogadas defensoras de los procesados, por lo que las habría tenido que ratificar o pedirse otras nuevas comparecencias con ellas presentes.

En todo caso, sobre esa interpretación de los hechos, el tribunal considera inverosímil las palabras de Voinea en el sentido de que la pelea tuvo su origen en la negativa de él a cenar con Aurel o porque los hermanos recriminaran al fallecido que no les había encontrado trabajo como les prometió.

Asimismo, se considera poco creíble que Iancu, tras recibir la paliza, se quedara "plácidamente" dormido en el lugar del crimen. Por el contrario, el tribunal señala que los hermanos, que argumentaron que ellos no estaban en el asentamiento donde acampaban todos, al lado del cementerio, cuando ocurrió la trifulca, mantuvieron siempre la misma versión en sus aspectos esenciales.