CIUDAD REAL, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El pastor Gregorio Pedraza, de 46 años de edad, acusado de matar de varios disparos a otro pastor, Fernando Martín, el 20 de noviembre de 2000 en el paraje conocido como Caracuel, en el término de Los Cortijos (Ciudad Real) negó hoy que fuera el autor del crimen.
En el juicio con jurado que se inició hoy en la Audiencia Provincial de Ciudad Real el fiscal solicitó casi 20 años de cárcel por los delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, mientras que las dos acusaciones particulares, ejercidas por los hermanos del fallecido y por su ex compañera sentimental, elevaron esta petición a casi 21 años.
Por su lado, el abogado de la defensa pidió la libre absolución de Pedraza, ya que considera que no existen pruebas concluyentes que le incriminen, entre otras, que nunca fue encontrada la escopeta con la que se disparó a Martín.
Pedraza rechazó en su declaración que el juicio de faltas celebrado en la mañana del crimen, en el que Martín atestiguó contra él por el uso de Pedraza de unas tierras en reforestación como de pastoreo para sus ovejas, por lo que fue sancionado con 1.500 euros, estuviera en el origen de la acción violenta de horas después.
Aseguró que este tema no le importaba, dado que disponía de un seguro del ganado que podría hacer frente a la cantidad con la que fue multado. Negó a su vez que dispusiera en ese momento de un arma como la que acabó con la vida de Martín.
Sobre la noche del crimen, ocurrió sobre la 24.00 horas del día 20 de noviembre de 2000, dijo que tras el juicio de faltas de la mañana, se fue a cuidar su ganado, que por la tarde acudió a un bar y que luego se fue a dormir, enterándose de la muerte de Martín a la mañana siguiente.
El juicio contra Pedraza está previsto que se prolongue durante tres días, con la presencia de unos 20 testigos, que empezaron a declarar en la sesión de tarde de este lunes de la vista oral.
Pedraza permanece ingresado en la cárcel de Herrera de la Mancha desde 2004 por delitos de malos tratos, abuso sexual y amenazas en las personas de su mujer y su hija, por lo que fue condenado a siete años de prisión.
El 1 de enero de 2006, cuando se conocía ya su acusación formal en el crimen de Los Cortijos, al ser considerado entonces preso "no peligroso" y mientras realizaba unos trabajos de mantenimiento en la prisión, aprovechó un descuido para fugarse, siendo localizado a finales del mes de noviembre siguiente cerca del propio pueblo, donde permaneció ocultó ayudado por uno de sus hijos.
