Tribunales.- Piden 13 años y 8 meses de prisión por amenazar con una pistola a dueños de una casa de citas en Tomelloso

Actualizado: martes, 22 abril 2008 19:14

CIUDAD REAL, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

El fiscal pidió hoy 13 años y ocho meses de cárcel para un hombre de 30 años, Raúl S.N., por dos delitos de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilegal de armas en unos hechos que tuvieron lugar el 21 de mayo de 2007 en uno de los locales de la tradicional zona de casas de citas del "Canal" de Tomelloso (Ciudad Real).

Según relató hoy el Ministerio Público en el juicio, que quedó visto para sentencia, el hombre amenazó de muerte en dos ocasiones a la propietaria de la casa, esgrimiendo una pistola, y una al marido de ésta, que llegó al lugar después que fuera avisado por su mujer.

La disputa se inició, según la versión de la acusación pública, después que el hombre, que estuvo acompañado de un amigo, se negara a pagar las consumiciones que hicieron durante las tres horas que permanecieron en el lugar, 205 euros, en total.

El hombre, según esta narración, también agredió a la mujer, que le impedía la salida del local, a la que causó varias heridas, y, asimismo, tuvo una pelea con el marido, cuando este llegó al local.

Por su lado, el procesado, negó los hechos y señaló que no recordaba haberse peleado con la mujer, afirmando que había sacado la pistola, que, según dijo, encontró en una obra en Madrid meses antes, sólo para "vacilar" y "asustar" tras recibir un fuerte golpe en la cabeza con una barra, por parte del marido, lo que le provocó que sangrara abundantemente.

El hecho de que la pistola no se disparara, con la propia intervención del presidente de la sala en la declaración de los peritos de la Guardia Civil, fue uno de los momentos más importantes de la vista oral, ya que buena parte de las conclusiones de las partes se basaron en este punto.

Estos peritos señalaron que la única bala que contenía la pistola, luego fue encontrada una segunda bala en el coche del acusado, había sido percutida dos veces, tenía dos señales, y aportaron varias versiones sobre el hecho que la bala no saliera del cañón.

Una de ellas, que el proyectil no estuviera bien ajustado o que se ubicara en la recámara del arma, otra que la pólvora de la bala estuviera afectado por algún elemento ajeno, como pudo ser la humedad. En todo caso, señalaron que en las pruebas que hicieron a posteriori la pistola funcionó perfectamente.

HABÍA INTENCIÓN DE MATAR.

En sus conclusiones finales, para el fiscal, no había duda de que el hombre tenía intención y voluntad de matar y señalaba que la indemnización que había pagado a la mujer por las heridas recibidas no se podía considerar como atenuante.

Según la abogada de la defensa, que negó que hubiera voluntad de matar, no se podía admitir dos acusaciones de homicidio en grado de tentativa cuando la pistola sólo almacenaba una bala, a la vez que remarca las contradicciones del matrimonio, mientras que su defendido había sostenido siempre la misma versión.

También apuntó que desde que lleva en prisión, desde el día siguiente a suceder los hechos, el hombre se ha sometido a un programa de deshabituación del alcohol, interpretó que el abono de la indemnización era una atenuante, por lo que pidió la libre absolución o que fuera condenado a una multa por una falta de amenazas.

El hombre que acompañó a Raúl durante la toda la tarde-noche de aquel día, reconoció que hubo un problema por el abono de las consumiciones, pero señaló que él podía haber pagado como hizo el resto del tiempo, y explicó que, mientras él estuvo en el local, antes de irse a casa, ni oyó amenazas ni vio la pistola.