Velázquez reconoce que Policía y Guardia Civil están en un proceso de adaptación de la seguridad a las demandas sociales

Actualizado: viernes, 12 septiembre 2008 17:19

El nuevo jefe Superior del Cuerpo Nacional de Policía de C-LM ofrece "dedicación, sacrificio, experiencia y profesionalidad"

TOLEDO, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

El director general de Policía y Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, reconoció hoy que la organización está "inmersa en un importante proceso de adaptación de sus políticas de seguridad a las nuevas demandas de la sociedad española" a través de las áreas funcionales operativas y técnicas de actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Durante su intervención en el acto de presentación del nuevo jefe Superior del Cuerpo Nacional de Policía de Castilla-La Mancha, Francisco Javier Redondo, Velázquez señaló que uno de los ejes de actuación es la seguridad que abarca el conjunto de la vida social "y que exige del Estado nuevas formas de actuación y políticas públicas".

Otro de los ejes es la seguridad que tiene como centro de gravedad el criterio de reacción en vez del de prevención, una actuación "proactiva" que tiene como objetivo lograr "una mayor eficacia policial" y "potenciar la imagen e interrelación entre policía y sociedad estimulando la calidad del servicio prestado".

Francisco Javier Velázquez, quien reconoció que "sin seguridad no hay libertad" y que por eso es necesario garantizar la libertad para preservar la seguridad, destacó que un tercer eje de adaptación es la modernización del sistema, a través de actuaciones que promuevan la actualización y perfeccionamiento de los métodos y técnicas policiales.

En este contexto, instigó al nuevo jefe superior de Policía de Castilla-La Mancha a ser "el motor de la renovación de la institución, ser emprendedor y creativo, capaz de transmitir confianza, ser espejo de los subordinados, predicar con el ejemplo y favorecer la constitución de verdaderos equipos de trabajo".

Tras tener un recuerdo para su antecesor en el cargo, Pedro Rojo, destacó de Francisco Javier Redondo el "prestigio y respeto del que goza entre sus compañeros y superiores" y el haber sido "referente de profesionalidad en todas las plantillas" por las que ha pasado desde que ingresó en el cuerpo desde hace 36 años.

ESPACIO DE CONVIVENCIA

Previamente, el nuevo jefe Superior del Cuerpo Nacional de Policía de la Comunidad Autónoma, por su parte, aseveró en su alocución que "si algo puedo ofrecer es dedicación y esfuerzo, experiencia y profesionalidad", con el objetivo de que Castilla-La Mancha "siga siendo un espacio de convivencia".

Como su superior, Francisco Javier Redondo se mostró convencido de que "sin seguridad no puede haber libertad" y por ello se comprometió a hacer lo que esté en su mano para mejorar la seguridad, incrementando para ello el grado de coordinación con la Guardia Civil y la Policía Local, las instituciones públicas o privadas, y a colaborar especialmente con la autoridad judicial.

A su juicio, incrementar la seguridad ciudadana en una ciudad "abierta, compleja y plural" como Castilla-La Mancha es una prioridad que acometerá a través de la prevención y de una mayor presencia policial en los espacios públicos de las ciudades, a fin de recuperarlos y conseguir así la integración de la Policía en la ciudad.

Finalmente, y convencido de la necesidad de que el Cuerpo Nacional de Policía mantenga un nivel de esfuerzo y eficiencia máximo en una región como esta, avanzó su intención de colaborar también con las instituciones sociales de la región y con los medios de comunicación, siendo estos imprescindibles para aportar "transparencia".

OBJETO APETECIBLE

Abrió el acto de presentación el delegado del Gobierno, Máximo Díaz-Cano, quien subrayó que aunque Castilla-La Mancha tiene un nivel de seguridad "razonable" por encima de la media nacional, cualquier incremento de la delincuencia diaria es motivo de inquietud y preocupación, por lo que es necesario mantenerse "alerta" y seguir actuando en colaboración y coordinación.

Díaz-Cano también se refirió a asuntos como la llegada de trabajadores extranjeros a la Comunidad Autónoma, a la especial relevancia de la lucha contra el tráfico de los seres humanos y contra los derechos de los trabajadores, y a la "lucha sin cuartel" contra los criminales y las mafias, como aquellos a los que deberá enfrentarse Francisco Javier Redondo.

En este punto, el delegado gubernativo reconoció que el crecimiento demográfico de la Comunidad Autónoma, la mejora de las comunicaciones y su proximidad con Madrid convierten a Castilla-La Mancha en un "objeto apetecible para determinado tipo de delincuencia", convencido de que la coordinación es lo que puede mejorar la situación.

Por último, y recordando a Pedro Rojo como un "buen policía", Máximo Díaz-Cano apremió al nuevo responsable de la Policía regional a acometer su labor teniendo en cuenta el gran respaldo social, la experiencia y los magníficos profesionales con los que trabajará a diario.

Al acto asistieron la consejera de Administraciones Públicas y Justicia, Magdalena Valerio; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco; el alcalde, Emiliano García-Page; el obispo auxiliar, Carmelo Borobia; el vicepresidente de la Diputación, Gustavo Figueroa; el subdelegado del Gobierno, Javier Corrochano; el fiscal jefe de la Audiencia Provincial, Francisco Javier Polo; el presidente de FEDETO, Ángel Nicolás; y el presidente provincial de ASAJA, Manuel Juárez, junto a diputados y senadores de PP y PSOE y representantes sociales diversos.