2017 podría acabar entre los tres años más secos de los últimos 80 en CyL

El subdelegado del Gobierno junto al delegado de la Aemet en CyL
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 20 diciembre 2017 14:19

   Las altas presiones se mantendrán hasta el día de Navidad, cuando un frente podría dejar nuevas precipitaciones

   VALLADOLID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

   El año 2017 podría acabar como uno de los tres años más secos de los últimos 80 años en Castilla y León y uno de los tres más cálidos de los últimos 70, a falta de que se confirmen los datos de diciembre, que sí presenta unos valores de precipitaciones "normales" y que podría atenuar esta posición histórica.

   De acuerdo con los datos facilitados este miércoles por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad, Juan Pablo Álvarez, los registros de precipitaciones en lo que va de año, con uno de los abriles más secos --mes en el que tradicionalmente se alcanzan altos valores pluviométricos--, obligan a remontarse hasta 1938 para encontrar un ejercicio parecido, en tanto que en el caso de las temperaturas habría que retrotraerse hasta 1948.

   Horas antes de que se inaugure el invierno --a las 17.28 horas del jueves--, Álvarez ha realizado balance del otoño que termina, una estación caracterizada por la estabilidad con altas presiones atlánticas que únicamente han permitido de manera ocasional la entrada de perturbaciones, con escasos días de precipitación y valores acumulados "extremadamente inferiores a lo normal".

   Por su parte, las temperaturas máximas han sido "extremadamente superiores a lo normal", en tanto que las mínimas se han situado, salvo en zonas del sur, por debajo de lo esperado, con numerosos días de helada.

   En cuanto al invierno que comienza, el delegado de la Aemet en la Comunidad ha avanzado una mayor probabilidad de temperaturas superiores a lo habitual, especialmente en enero y marzo, sin diferencias significativas en lo pluviométrico, con valores "normales" que podrían ser superiores en la zona norte y oeste de la Península por la llegada de borrascas al continente europeo que a penas traspasarán a la geografía nacional. Sólo el norte y occidente de la región podría beneficiarse de este incremento de las precipitaciones, ha señalado.