Se muestra en contra del borrador en lo relativo a la definición de agricultor activo y la posible aplicación de una tarifa plana
VALLADOLID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Alianza por la Unidad del Campo en Castilla y León, integrada por las organizaciones UPA y COAG, ha mostrado hoy públicamente sus "temores" sobre algunas de las medidas incluidas en el borrador de la Política Agrícola Común (PAC) para el periodo 2014-2020, al considerar que de ser finalmente aprobadas no beneficiarán al agricultor y ganadero a título principal sino a quienes se limitan a practicar una "agricultura de sofá".
Ante las últimas filtraciones sobre ese borrador de la PAC, los máximos responsables en Castilla y León de UPA y COAG, Julio López y Aurelio Pérez, respectivamente, han comparecido ante los medios para denunciar que el documento que regirá los designios del campo europeo a partir de 2014 conducirá al absentismo y a la agricultura no productiva, ya que primará a "aquellos que ejercen una agricultura de sofá, aquellos que reciben el dinero por el mero hecho de tener mucha superficie de tierra o muchas cabezas de ganado", ha criticado el primero de ambos sindicalistas en declaraciones recogidas por Europa Press.
Y es que, según López, aunque haya otras organizaciones que están muy agusto con la PAC realizada hasta ahora y desean que siga en los mismos términos, es preciso una reforma a fondo que contribuya a una mejor redistribución del presupuesto público para que vaya dirigido al agricultor y ganadero a título principal, "que son quienes cumplen los objetivos que se ha marcado la sociedad, como son la producción de alimentos de calidad y el mantenimiento de la población del medio rural y la conservación del medio ambiente".
Como demostración de ese reparto injusto de los casi 985 millones que llegan a Castilla y León procedentes de la PAC, Alianza por la Unidad del Campo ha presentado un estudio que revela que las ayudas benefician tan sólo el 41,72 por ciento de los agricultores o ganaderos ATP, así como que únicamente el 12 por ciento de los perceptores son menores de 40 años, frente a un 30 por ciento de más de 65 años.
POR UN "MODELO SOCIAL AGRARIO"
"Todo esto explica el abandono de explotaciones y el hecho de que cada día perdamos seis activos y se despueble el medio rural", ha incidido López, quien, frente a ello, ha defendido una nueva PAC que apueste por un verdadero "modelo social agrario", pues, como así ha sentenciado, UPA y COAG no quieren ver cómo se siguen perdiendo activos y desean agricultores y ganaderos "para no tener que cerrar los pueblos".
Del documento filtrado sobre la nueva PAC, Alianza por la Unidad del Campo, además de advertir de que la propuesta podría traducirse en una reducción de entre un 11 y un 15 por ciento del presupuesto, ha mostrado sus discrepancias respecto de la definición de agricultor activo que en el texto se hace como beneficiario de la ayuda base, ya que, frente a la inclusión de aquellos con un 5 por ciento de su renta total procedente de la agricultura o ganadería, UPA y COAG entienden que ha de referirse a quienes están dados de alta en el Régimen Agrario de la Seguridad Social y cuya mayor parte de ingresos procede de la comercialización de sus productos.
Pero además, ambas organizaciones han alertado sobre la posibilidad de que finalmente, en el horizonte de 2019, las ayudas lleguen a converger en una tarifa plana aplicable a cualquier superficie, y ello a pesar de la gran diferencia actualmente existente entre secano y regadío de alto rendimiento o los derechos especiales en ganadería.
"Supondrá que un productor con una hectárea de maíz perciba lo mismo que cualquier hectárea de secarral o pedregal del sur de Castilla y León", ha puesto como ejemplo Aurelio Pérez, de COAG, que ha añadido que tal medida perjudicaría claramente a los sectores más productivos como la agricultura de regadío y la ganadería.
Ambas organizaciones también discrepan en cuanto a la medida contemplada en el borrador de la PAC que liga un 30 por ciento de las ayudas al "green" o "verdeo", algo que califican de "barbaridad" porque supone añadir todavía más condicionamientos, así como del hecho de fijar en 300.000 euros el techo de ayudas por explotación--abogan por que sea mucho más bajo--y, sobre todo, de la decisión tomar al año 2014 como punto de referencia a la hora de fijar la superficie base.
En este último caso, Pérez no ha dudado al vaticinar que ello tendría consecuencias "catastróficas" para el conjunto de la agricultura y ganadería puesto que fomentaría la "especulación y la guerra interna, primero posiblemente entre comunidades autónomas y luego entre los propios agricultores".
A este respecto, su homólogo en UPA ha explicado que si no se fija ahora la superficie base, cifrada actualmente en 17 millones de hectáreas con derechos admisibles, y en cambio se toma como referencia el año 2014, dicha área susceptible de ayudas podría elevarse hasta los 24 ó 25 millones de hectáreas, buena parte de ellas engordadas con eriales y pastos hasta ahora no declarados.
En el debe del texto de la futura PAC, aún en borrador, Alianza por la Unidad del Campo incluye finalmente la ausencia de medidas de mercado que eviten la especulación por parte de la cadena distribuidora, algo que, como así han coincidido, tendría una grave repercusión en los productores, cuyos ingresos proceden en un 70 por ciento de su producción.
