ZAMORA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La atención médica recibida por los 14 heridos en la carretera del toro enmaromado de la localidad zamorana de Benavente, celebrada ayer por la tarde, enfrentó al Ayuntamiento de la localidad y a la Junta de Castilla y León.
El alcalde de Benavente, Manuel García Guerra, denunció que los heridos que eran trasladados en ambulancia hasta el hospital comarcal de Benavente no recibieron asistencia y se impidió la entrada de los vehículos de urgencia.
Por su parte, el delegado territorial de la Junta en Zamora, Óscar Reguera, aseguró que los trabajadores del comarcal cumplieron en todo momento con el protocolo establecido que recogía que los heridos debían ser tratados inicialmente en el hospital de campaña habilitado por el Ayuntamiento y después ser derivados a los servicios hospitalarios que se consideraran necesarios, algo que no se hizo porque todos los heridos fueron trasladados al hospital comarcal.
Reguera calificó de "muy grave" la situación vivida en Benavente y la denuncia del alcalde y aseguró que había sido previamente pactada con la mesa por la sanidad de Benavente para dar la sensación de que no existe una adecuada calidad asistencial en la localidad.
La polémica se produjo después de celebrarse la carrera del toro enmaromado protagonizada por Filibustero, que no consiguió completar el recorrido y tuvo que ser sacrificado en la calle. El toro realizó una carrera corta, de algo más de una hora. A su paso dejó un rastro de heridos, dos de ellos de carácter grave, que fueron trasladados a un hospital de León y al Virgen de la Concha de Zamora.
