MADRID 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
Caja de Burgos obtuvo un beneficio neto consolidado de 69,93 millones de euros en el primer semestre, lo que representa un aumento del 46,88 por ciento respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
El aumento del negocio tradicional, la contención de costes, una adecuada gestión del buen momento por el que atraviesan los mercados bursátiles y una gestión inmobiliaria igualmente eficaz, explican, entre otros factores, este crecimiento de los resultados, afirmó Caja de Burgos en un comunicado.
Los créditos a la clientela registraron un aumento del 25,11 por ciento en la primera mitad del año, hasta los 6.092,2 millones de euros, mientras que los activos totales gestionados al cierre del semestre alcanzaban los 8.938,9 millones de euros, un 16,55 por ciento más que al cierre del primer semestre de 2005.
A pesar del aumento de la demanda crediticia, el índice de morosidad se redujo hasta el 0,47 por ciento, frente al 0,51 por ciento de junio de 2005, gracias a las continuas mejoras en la gestión y control del riesgo y a la favorable situación de la economía. A esta nueva caída se suma además un fuerte aumento de la cobertura de morosidad, que ha crecido 67,11 puntos y se sitúa ya en el 315,39 por ciento.
Por su parte, los recursos de clientes alcanzaron los 6.895,6 millones de euros, lo que representa un aumento del 15,63 por ciento, gracias a una activa gestión en los mercados nacionales e internacionales para la captación de recursos ajenos.
Asimismo, tanto el margen ordinario como el margen de explotación de Caja de Burgos han crecido a tasas cercanas al 25 por ciento en los últimos doce meses.